Si eres un amante de las ruinas, la arquitectura colonial, el campo y la historia, hay un lugar que reúne todo lo buscas para vivir una tarde llena de aventura y exploración: la Exhacienda de Coahuixtla.

Puede que hayas escuchado antes de este lugar, pero nada se compara a la experiencia de recorrerlo por cuenta propia, deambular entre las estancias que conservan marcos de madera antiguos, azulejos y otras estructuras originales, testigos mudos de un pasado que se fue y no volvió.

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Actualmente, la Exhacienda de Coahuixtla está abierta al público con un costo de entrada de tan solo 20 pesos y se ubica en la localidad de San Pedro Apatlaco del municipio de Ayala.

¿Qué pasó en la Exhacienda de Coahuixtla?

La Exhacienda de Coahuixtla fue fundada por frailes dominicos en 1580, y con el paso del tiempo se convirtió en la mayor productora de azúcar de todo Morelos. No solo se producía azúcar, sino también piloncillo, alcohol y aguardiente. En sus mejores tiempos, fue la hacienda azucarera más grande e importante de todo Morelos.

Hoy en día es fácil adivinar la grandeza que llegó a caracterizar este lugar. A comparación de otras haciendas azucareras de la región, la construcción da cuenta de que los responsables no tuvieron reparos en dar forma a edificios imponentes, con muros altísimos, largas escalinatas y una estructura compleja en la que siempre hay algo nuevo por descubrir.

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Como la mayoría de las exhaciendas de Morelos, la de Coahuixtla agonizó durante los eventos que tuvieron lugar a principios del siglo XX, durante la Revolución Mexicana. El complejo arquitectónico fue testigo de la lucha que encabezó Emiliano Zapata al mando del Ejército Libertador del Sur, hasta que quedó en el abandono.

Además, durante el reparto agrario que tuvo lugar después de la Revolución sus 73 hectáreas pasaron a seis solamente, mientras que el resto fue distribuido entre los ejidos.