Al ver a un animal que nos cause cierta aversión, la primera reacción de muchas personas es el miedo y en muchas ocasiones recurrimos a matarlos, este tipo de práctica es conocida como cacería aversiva y puede poner en riesgo la a algunas especies endémicas de nuestro estado.
Como lo es el caso de la serpiente Pituophis deppei, comúnmente llamada cincuate, una especie que hoy está protegida por la NOM-059, instrumento normativo que identifica las especies o poblaciones en riesgo, mediante la aplicación del Método de Evaluación de Riesgo de Extinción de Especies Silvestres en el país.
En Cuautla, esta especie es víctima de falsos mitos, pues se decía que solía alimentarse de la leche de las mamás en periodo de lactancia.
“Su población está disminuyendo y principalmente es por la caza aversiva”, explica Omar Suárez, biólogo de la Coalición Ambiental y Cultural de Cuautla.
De acuerdo con Suárez, esta serpiente es una de las dos especies que resultaron afectadas por la caza aversiva, práctica que consiste en cazar animales por su aspecto, cuando en realidad no representan ningún tipo peligro para la vida humana.
“La mayoría de las serpientes no son de importancia médica para el ser humano. Las de cascabel sí, pero son muy raras de encontrar”, explica Suárez.
El biólogo considera necesario que la gente aprenda a identificar a las especies que están en peligro, para sumarse a su conservación y que, la próxima vez que encuentren una en sus hogares, respeten su hábitat y la dejen vivir.
Además de la serpiente cincuate, dijo que la cacería aversiva disminuyó la presencia de la Senticolis triaspis, comúnmente llamada serpiente chirrionera.
Como parte de las labores de protección, la Coalición Ambiental y Cultural presentará próximamente un documental sobre las serpientes que habitan el río Cuautla, que será exhibido en el salón de Cultura del Agua del Sistema Operador de Agua Potable y Saneamiento del municipio.
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