Hace más de 15 años había un lugar en Cuernavaca donde todo godín fiestero iba a relajarse después de una semana de intenso trabajo.
Se trata de Nacho's Bar, que se ubicaba en Las Palmas, en pleno centro de la capital morelense.
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Luis de Alva fue uno de sus clientes frecuentes y nos cuenta que en ese establecimiento la música y los precios accesibles de los alimentos y bebidas lo hacían único y del gusto de todos, pero sobre todo de los oficinistas que disponían de poco tiempo para disfrutar su comida,
"Como este lugar ya no hay, ya no hubo; era perfecto porque era discreto, agradable y accesible. Siempre que caía la quincena se llenaba de clientes", narra.
Dice que la música que ahí sonaba era alegre, aunque tampoco podía faltar el momento para quienes sufrían mal de amores y entonces de las bocinan emanaban las canciones de Vicente Fernández, José Alfredo Jiménez y otros referentes del regional mexicano.
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Lo que más le gustaba a Luis era cuando llegaba un hombre a tocar el órgano y ambientaba el lugar: "Si era tu cumpleaños te cantaba Las Mañanitas y te complacía con algunas canciones".
Recuerda que el sazón en Nachos's Bar no era el más exquisito pero era aceptable y eso al final del día mantenía a sus clientes ahí porque el precio no era muy elevado. Había venta de hamburguesas, nachos, botanas y también uno que otro antojito mexicano.
"Era estilo botanera. Al centro de la mesa te ponían taquitos de papa y hasta caldito de pollo, pero era mucho más presentable y agradable que otros lugares, además era muy tranquilo", agrega.
Explica que era poco común ver a extranjeros porque generalmente se iban a La Fragua, que estaba a unos metros de ahí. Incluso recuerda que antes de que se llamara Nachos's Bar fue Pancho's Place, pero tras el cambio de dueño llegó un concepto mucho mejor que el anterior y con más "clase" y cervezas más frías, porque algo que caracterizaba a Nacho's era justamente eso.
Los clientes habituales, como ya se mencionó, eran los oficinistas del centro de la capital, por lo que era normal ver a varias personas con sus uniformes del trabajo tanto en la tarde como en la noche.
De Alva dice que incluso el lugar era muy romántico, aunque muchos pensaban que por ser un estilo de cantina no se prestaba para el ligue; sin embargo, si eras buen bailarín y tenías suerte quizá alguien te podría aceptar el baile al ritmo de salsa, cumbia o una buena balada.
"Era un lugar al que no se iba a ligar, pero en algún punto el ambiente se prestaba y uno de joven se animaba, ya dependía de ellas si querían conocerme a mí o a mis amigos", bromea.
Luis era un cliente tan frecuente que los meseros ya sabían qué mesa quería y el color de su cerveza favorita, dice que siempre lo trataron bien y eso era parte también del éxito que tuvo el lugar.
Sin embargo, cuando llegó el momento del cierre uno de sus amigos de Nacho's le informó a Luis que pronto iban a cerrar, sin darle a conocer los detalles.
Actualmente la propiedad es un terreno baldío, vandalizado, con basura, neumáticos viejos y, de acuerdo con los vecinos, era común que los indigentes entraran a la propiedad para quedarse a dormir ahí.
Hace un par de años la fachada fue derrumbada y se le puso alambre de púas para evitar que la gente entrara al predio, pero no bastó porque aún se puede observar basura dentro de este lugar y se aprecia que hay huecos entre los alambres. Solo queda de pie la recepción de color amarillo en la que se encontraba el personal del valet parking.
De hecho, se han aprovechado de su ubicación para colgar lonas ofreciendo préstamos. También se puede observar que hay un letrero de "se renta".
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