Puede que viajar en moto no sea una de las alternativas mejor vistas por los más puristas de la seguridad vial para conocer una ciudad, pero cuando se toman las previsiones necesarias y se es responsable puede convertirse en una opción para recorrer cualquier sitio turístico.
Con la llegada de las vacaciones de verano aprovechamos para recordar los beneficios de viajar en los vehículos de dos ruedas motorizados, así como algunos consejos para hacer tu travesía segura.
Invento del siglo XIX
La historia de la motocicleta se remonta al siglo XIX, cuando el estadounidense Sylvester Howard Roper fabricó un motor de cilindros a vapor en 1867, un artilugio que hoy en día puede ser considerado como la primera motocicleta de la historia.
Hacia el año 1885, los alemanes Wilhelm Maybach y Gottlieb Daimler construyeron una moto con cuatro ruedas de madera y un motor de combustión interna. Este vehículo alcanzaba una velocidad de 18 kilómetros por hora y su motor desarrollaba 0,5 caballos de fuerza.
De acuerdo con Wikipedia, Daimler usó un nuevo motor ideado por el ingeniero Nikolaus August Otto, responsable detrás del primer motor de combustión interna de cuatro tiempos en 1876.
Daimler lo llamó el “motor de ciclo Otto” y tan pronto como estuvo listo lo convirtió en la que para algunos historiadores fue la primera motocicleta.
Aunque en términos de seguridad las motocicletas brindan menos o escasa protección al conductor, especialmente cuando hay mal tiempo siguen siendo vehículos que ofrecen grandes experiencias de viaje y, comparadas con los carros, cuentan con indiscutibles ventajas: “Sentir el aire al viajar brinda una sensación de libertad inigualable”, dice José Luis, en defensa de este medio de transporte.
Un vehículo versátil frente al gran tráfico de la ciudad
De acuerdo con Motoclub Guerreros Cuautla, viajar en motocicleta representa un ahorro de hasta el 50 por ciento de combustible que el que gastan los automóviles.
Además de ser más baratas también son más pequeñas y ágiles, por lo que es más fácil estacionarlas y, ante el tráfico de las grandes ciudades, permiten desplazarse por vías alternas con más rapidez. Aún así, tener una moto es apenas el inicio de lo que se necesita para ser un buen conductor de estos vehículos.
¿Cómo ser un buen viajero?
Mayker Montana lleva al menos 18 años viajando en motocicleta de forma constante y ha recorrido más de 30 ciudades de México yendo a dos ruedas.
Durante este tiempo, Mayker ha aprendido todo lo bueno y lo malo de este medio de transporte y hoy en día es presidente del Motoclub Guerreros Cuautla, una agrupación fundada en 2014 que reúne a más de 70 motociclistas.
Para Montana, lo más importante siempre ha sido la seguridad:
“Siempre tienes que traer tu equipo, lo que son guantes, botas, pantalones especiales, chamarras con protectores y, lo más indispensable, el casco, por cualquier cosa que llegue a pasar”, explica Montana.
Además de estos consejos, el portal Motor Pasión Moto destaca la importancia de evitar viajar en camiseta y pantalones cortos en esta temporada del año, y da una razón muy buena para optar por las prendas claras en lugar de las negras:
“(Son) reflectantes para que los demás nos vean, sobre todo de noche. Y, por cierto, como consejo para tratar mejor a nuestra motocicleta, antes de ponernos todo el equipamiento debemos encender el motor para que se vaya calentando y lubricando todas las piezas".
"No es recomendable esperar a tener todo puesto para arrancar y abrir gas directamente”, recomienda el portal especializado en motocicletas.
Montana destaca otros dos puntos: viajar con toda tu documentación en regla, “porque no falta que haya un retén o que un policía te detenga, y hay que llevar placas y licencia”; y siempre respetar a los automovilistas, evitando cruzarse en su carril para no provocar algún accidente.
Cuautla y los motoclubes
Vale la pena conocer la ciudad en moto. Prueba de ello es la creciente presencia de motoclubes nacidos aquí y en otros estados, los cuales han convertido a los sitios turísticos de la Heroica en sus destinos predilectos, principalmente sus balnearios y monumentos históricos, entre ellos las exhaciendas de la zona, La Concepción y Santa Inés.
A la hora de visitar ciudades turísticas, Montana recomienda hacerlo de la mano de un buen motoclub, pues al encontrarse sobre la carretera, cada miembro vela por la seguridad del resto, y todos se apoyan en caso de algún accidente, por ejemplo.
Para cada terreno
En la ciudad: cilindradas chicas, con motor inferior de 300 cc, para evitar su sobrecalentamiento. En el campo: motocicleta enduro, acondicionada para atravesar terrenos muy difíciles.
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