Tres años después de haber sido plantados, los árboles que fueron sembrados en la ribera del río Cuautla, como parte de la campaña masiva de reforestación que se realizó en 2019, fueron visitados este sábado por integrantes de la asociación civil Ecopil, así como por trabajadores de la empresa Saint Gobain, en una labor de mantenimiento que se reanuda una vez que las restricciones sanitarias por la pandemia de la covid-19 vuelven a permitirlo.
“Buscamos que estas empresas con responsabilidad social puedan mandar una o dos pipas durante la época de sequía, y que puedan estar generando el suministro de agua a estos árboles”, dijo Dennis Río, representante en Morelos de la asociación civil, la cual se dedica a promover modelos de mejores prácticas basados en innovación social y gestión ambiental para mejorar el entorno a través de acciones de voluntariado.
Durante los dos últimos años, la pandemia por la covid-19 impidió que los ciudadanos pudieran hacerse cargo de los árboles que fueron reforestados en el año 2019, debido a las restricciones que impusieron las autoridades para evitar contagios de la enfermedad entre la población, lo que provocó que algunos de los árboles terminaran secándose.
Para contrarrestar esta situación, la brigada, que llegó este sábado a la ribera del río desde las 8:30 horas, se dio a la tarea de plantar 120 árboles más, entre ahuehuetes, cazahuates y camaroncillos, tres especies endémicas del estado de Morelos.
“Se busca estar haciendo reforestaciones constantes y en seguimiento por estaciones de años anteriores para así poder salvaguardar esta área natural protegida”, agregó Dennis Ríos.
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