Laika, Chester, Firus y Canela son cuatro leales integrantes del cuerpo de Bomberos de Cuautla, pero, a excepción de los seres humanos con los que comparten hogar, hombres y mujeres que día a día arriesgan su vida por salvar la de los demás, ellos se quedan en casa, en espera de sus compañeros.
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Su casa es la Estación de Bomberos "Plan de Ayala", en la colonia del mismo nombre, lugar al que en algún momento de su vida llegaron tras vivir en la calle, sufriendo lo que sufren todas las mascotas cuando son abandonadas.
De acuerdo con el capitán Mauricio Montaño, titular del Departamento de Bomberos de Cuautla, los cuatro perritos llegaron en distintos momentos.
Firus y Canela son los más longevos, y Laika y Chester, los más jóvenes. Cuando los bomberos reciben una llamada de auxilio y salen a toda velocidad de la estación, los animalitos quisieran irse con ellos.
"Cuando, por alguna situación, tenemos que salir, algún incendio, alguna emergencia y se queda prácticamente la estación sola, nada más con el guardia que se queda, se quedan ellos ahí acompañando y haciéndose cargo también de cuidar la estación", dice el capitán.
Son perros cariñosos, y aunque ahora Firus se enfrenta a los problemas de la vejez, como la progresiva pérdida de su dentadura, ha vivido muchas aventuras aquí. Eventualmente, los integrantes del equipo lo suben a alguno de los vehículos cuando acuden a atender un auxilio, porque él así lo pide:
"Ha llegado a acompañarnos, se ha ido en ocasiones, los muchachos lo suben a la camioneta y dicen 'vámonos', y no se baja, inclusive ya sabe. Cuando salimos se escuchan el arranque de los equipos, salen ladrando, queriendo avisar que vamos para afuera y, de regreso, igual salen y nos reciben con ladridos y brincos, jugueteos. Entonces es donde se rompe ese momento de tensión y estrés y hacen que sea más amena esa situación", agrega Montaño.
Hay otra razón muy poderosa por la cual estos perritos permanecen en la estación, que tiene que ver con la parte más humana de los bomberos:
"Muchas veces llegamos cansados, abatidos por alguna situación, porque no por ser bomberos no sentimos ese dolor ajeno, y a veces llegamos un poquito deprimidos y estos animalitos nos dan ese levantón de ánimo y nos quitan ese estrés, entonces eso es parte de muchos departamentos, si no es que la mayoría de los bomberos que tienen sus mascotas, porque aparte de serles de compañía, tienen esa parte que nos da un poquito de descanso".
El equipo se ha encargado de que cada una de las mascotas reciba los cuidados médicos necesarios cuando llegan a la estación, y todos ellos están esterilizados, son aseados constantemente y, cuando enferman, reciben atención médica, al grado de que el departamento conserva, con orgullo, sus carnets.