Viajar en automóvil puede resultar placentero para algunas personas, quienes disfrutan del camino, el paisaje que se encuentran en su trayecto a casa o por el simple hecho de poner música para cantar a todo pulmón mientras conducen.
Sin embargo, al caer la noche, las cosas cambian. Y manejar, lo que en un principio sonaba como algo alegre, se puede convertir en una experiencia aterradora para las personas. Ya que pueden encontrarse con eventos paranormales, como la aparición de fantasmas.
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Es cierto que muchas carreteras de México guardan leyendas sobre la aparición de espectros, y las de Morelos no son la excepción. Pues en el Cañón de Lobos, un tramo de la carretera federal Cuernavaca-Cuautla, suele aparecerse una mujer de la que han sido testigos más de una persona.
La dama de blanco del Cañón de Lobos
El Cañón de Lobos es un tramo carretero que conecta a los municipios de Yautepec y Jiutepec. Además de esto, las personas que desean ir por la libre a Cuernavaca o Cuautla, tienen que recorrer dicha carretera. Por lo que es bastante concurrida por los automovilistas.
Probablemente, el Cañón de Lobos es conocido por sus peligrosas curvas, las cuales, cuando la carretera era de doble sentido, provocaron más de un accidente vial y donde lamentablemente, varias personas perdieron la vida.
Por hoy, esta carretera ya es de solo un sentido, lo que ayudó a disminuir los accidentes en la zona, sin embargo, muchas personas no pueden negar que por las noches se siente una vibra pesada. El aire más frío y la noche más oscura.
Quizás el temor por el Cañón de Lobos ya no sean sus peligrosas curvas, sino por lo que puedas encontrarte si viajas en la noche por el lugar, como por ejemplo: la dama de blanco.
Si le preguntas a un habitante de Jiutepec o Yautepec, seguramente conocerán la leyenda de la dama de blanco, un fantasma con vestido blanco que suele aparecerse en el Cañón de Lobos, cuyo rostro es cubierto por su cabello negro y quien siempre pide un aventón a los conductores.
Cuentan las personas que muchos se han detenido para ayudarla, y que al subir a la parte trasera de sus autos, el clima se vuelve pesado y sofocante. Durante el trayecto la dama de blanco no menciona ni una palabra y solo se siente un silencio incómodo que eriza la piel de los más valientes.
También hay conductores que deciden ignorarla cuando la ven, sin embargo, el terror es mayor para esas personas. Pues se cuenta que, quienes se han negado a ayudarla, después de unos metros de pasarla, al ver por el retrovisor la encuentran en la parte trasera de su carro sin saber cómo se subió.
En ambos casos, al estar cerca de la salida del Cañón de Lobos, es decir, al llegar casi a Jiutepec, la dama de blanco desaparece. Momento en que la carretera deja de sentirse menos pesada y seguramente muchos conductores se sienten aliviados.
Si bien las personas no saben exactamente el origen de esta leyenda, muchas están seguras de que realmente existe y se aparece. Y aunque algunos la han confundido con la llorona, los habitantes de Yautepec y Jiutepec están seguros de que no lo es, es por eso que prefieren referirse a esta alma en pena simplemente como la dama de blanco.
