Bajo una temperatura que rondó los 15 grados Centígrados, (unos 60 grados Fahrenheit), Urbano Morgado Herrera logró calentar su cuerpo lo suficiente para conseguir el objetivo primario en su segunda participación dentro del maratón de Nueva York que realizó su edición 50 este fin de semana.
El corredor de 67 años vecino del poblado de Cuautlixco en Cuautla y que corrió dentro del bloque de atletas con discapacidad, mejoró el tiempo que implantó en 2019, al bajar el cronómetro de 4 horas con 39 minutos, a 4 horas con 34, mejorado en cinco minutos lo realizado en su primera experiencia en la cosmopolita ciudad estadounidense.
El fuerte frío fue el principal enemigo para el atleta, acostumbrado a correr en su estado natal a temperaturas templadas; sin embargo el guerrero azteca superó ese obstáculo para lograr bajar su propia marca en las bodas de oro de la importante competencia que en este año por pandemia sólo admitió a 33 mil corredores, 20 mil menos que en la más reciente edición de 2019.
“Llegué a las 5 de la mañana del domingo al lugar de concentración donde fuimos trasladados en vehículos hasta el lugar de salida con una temperatura muy baja, temblaba de frío pero aunque a la hora de la salida subió un poquito más, se seguía sintiendo muy fuerte”, narró sobre su nueva experiencia en Staten Island, al suroeste de Manhattan, uno de los cinco distritos que conforman la ciudad de Nueva York.
Tras la salida a las 8 de la mañana, hora local, y cruzar el famoso puente Verrazano Narrowsy, el cuerpo de Urbano se fue calentando conforme transcurrieron los kilómetros, y el frío quedó de lado, sin embargo admite haber cometido un error; “en uno de los puestos de abastecimientos de líquidos, se me olvidó el frío y como lo hago en las carreras locales me vacié encima de la cabeza el agua la cual me cayó en el pecho sintiendo de golpe el frío del líquido”.
Esta acción no la volvió a repetir hasta llegar a la meta cumplidos los 42 kilómetros con 195 metros del recorrido, en Central Park de Manhattan, Nueva York, pasado el mediodía.
Lo más complicado de la ruta que disfrutó con los paisajes de la ciudad neoyorkina, ocurrió casi a la mitad de la competencia.
“En la milla 25 ya para llegar a la meta, fue donde sentí lo más duro del recorrido, sin embargo lo logré superar y pude llegar sin problemas”.
La preparación que realizó a conciencia meses atrás en medio de la pandemia, arrojó los resultados positivos, batir su propia marca. Gracias a ello obtuvo una invitación para participar en el maratón de Chicago en octubre del siguiente año por un grupo de migrantes morelenses que hicieron de nueva cuenta realidad su asistencia a la competencia.
“Los Chinelos de Morelos en Nueva York que encabeza Aurora Morales Gil, quedaron muy satisfechos de mi participación, y por haber mejorado mi tiempo, ellos mismos me van a patrocinar para regresar a Estados Unidos el próximo año para correr ahora el maratón de Chicago, algo que me tiene muy contento”.
De la misma manera, comentó que en su papel como promotor de eventos deportivos en su natal Cuautla con la organización de la Carrera Atlética de los Roperos, “me van a patrocinar las playeras como hace dos años para la competencia que se realizará el 5 de diciembre próximo en Cuautlixco”.
Así, Urbano Morgado Herrera que recibe alojamiento de cuatro de sus primos que radican en la comunidad de Kingston, a hora y media de Manhattan, se dijo agradecido con la vida por tener la oportunidad de cumplir nuevamente sus sueños: “con gran orgullo represente a mi familia Morgado Herrera Paz, y desde luego al Club Corebo, Pasión por Correr, Torpedos, Hamburgo, grupo de Jesús, y por supuesto a mi patrocinador, el club Chinelos de Morelos en Nueva York, gracias Aurora Morales Gil”, puntualizó.
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