Con música de mariachi, la sirena morelense Patricia Valle Benítez regresó a México junto a un primer grupo de la delegación mexicana que tuvo actividad en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Valle Benítez cumplió su séptima participación consecutiva en una justa veraniega, desde Atlanta 1996, destacando un sexto lugar en los 100 metros estilo libre y un séptimo en 50 metros pecho.
De esta manera puso fin a su trayectoria en Tokio, relatando a su regreso el orgullo por haber colaborado con once medallas en su vida paralímpica para las más de 300 que rebasó ya México en la historia de esta justa deportiva.
La nacida en Cuernavaca y avecindada gran parte de su vida en Temixco, en su andar por las piscinas logró cuatro medallas de oro, una plata y seis bronces, entre los Juegos de Sídney 2000 y Río de Janeiro 2016.
Y aunque en Tokio no logró pódium, en su primera de tres pruebas, con sus 52 años a cuestas, logró mejorar marca personal en los 50 metros dorso, al superar el tiempo que estableció en los Paralímpicos de Londres 2012 de 1 minuto con 17 segundos, a 1 minuto con 13 segundos; sin embargo no le fue suficiente para avanzar a la final.
En su segunda competencia, los 100 metros libres, se clasificó a su primera final en tercer lugar dentro de los 100 metros libres con un tiempo de 2:11.21 minutos, para ubicarse horas después en la sexto lugar.
Mientras que en los 50 metros pecho, la prueba del adiós, culminó con una nueva cita en la final donde terminó en la séptima posición.
Pese a las adversidades que pasó en los últimos meses entre lesiones y las restricciones para los entrenamientos por la pandemia, la sirena se dijo satisfecha con su última participación paralímpica, logrando siete en fila, algo que nadie ha podido lograr.
Al cierre en la capital nipona, Paty Valle señaló: “Si Dios me diera la oportunidad de elegir qué hacer, volvería a elegir ser atleta”.