Con la extinción de la llama de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, la sirena morelense Patricia Valle Benítez hizo oficial el cierre de su brillante carrera deportiva, en la que incluyó siete juegos Paralímpicos consecutivos, campeonatos mundiales y panamericanos, entre otros, al más alto nivel competitivo.
Paty Valle había anunciado desde que logró su clasificación a la justa veraniega en el Mundial de Londres 2019, que serían los juegos del retiro.
Con sus 51 años de edad, la sirena confirmó este dicho tras el cierre de la edición XVI de los Juegos Paralímpicos en el país del Sol Naciente ocurrida este domingo con la ceremonia oficial de clausura.
Tokio, unos juegos muy especiales
A manera de despedida, la morelense redactó unas primeras palabras que le salieron del corazón dirigida a seguidores, amigos y familiares: “Adiós Tokio y adiós a una carrera Paralímpica de más de 25 años. Los Juegos paralímpicos de Tokio 2020, no fueron unos juegos más, fueron los juegos donde los deportistas de alto rendimiento dimos la casta y sacamos lo mejor de nosotros, lo hicimos como siempre lo sabemos hacer”.
Por todo lo que rodeó a esta justa en el tema de la pandemia, reconoció que fueron unos juegos muy diferentes a los seis anteriores que le tocó vivir, desde Atlanta 1996, y que dejaron para ella las más gratas experiencias.
“Veníamos de una pandemia mundial con el reto principal de reinventar entrenamiento en casa, sin embargo hizo falta tiempo de entrenamiento, más de 6 meses parados sin alberca de entrenamiento, todo cerrado y sin saber hasta cuando; sin embargo México, nuestro bello país, mis hermosos compañeros, dieron lo que pudimos y sabemos hacer, lo mejor de nosotros”.
La lesión no la dejó
En entrevista, la nacida en la capital morelense reconoció que de la operación en el hombro que sufrió a finales de 2020, nunca estuvo al 100 por ciento recuperada, lo que le costó un fuerte reclamo de su médico por la falta de cuidados ante el deseo de llegar mejor preparada a la justa veraniega.
“Me regañó mi médico por haberme brincado tantos pasos de terapia por avanzar en Tokio… dice que si hubiera hecho lo que me pedía, que podría haber bajado un poco más (las marcas); bueno el caso es que ahora tendré tres semanas de descanso que aprovecharé para retomar mi negocio. Pediré un especialista para ayudarme a salir pronto”.
Al final la delegación mexicana en Tokio logró un histórico lugar en el medallero con 22 preseas, dándole pelea a las grandes potencias donde la discapacidad tiene otro trato de sus autoridades.
“Un buen cuarto lugar (en natación), frente a las grandes potencias, donde se apoya al deporte, donde se dignifica a las personas con discapacidad; pero esto lejos de desanimarnos y alejarnos a seguir luchando, nos hace más fuertes y nos hace seguir luchando para las próximas generaciones”.
El adiós de una sirena de hierro
En las palabras de despedida tras dejar su marca paralímpica en 11 medallas de oro, una plata y seis bronces que la posicionaron como la sexta nadadora mexicana en la historia de juegos, Paty, la sirena de hierro, expuso: “estos juegos paralímpicos han sido para mí lo último, pero los más significativos en cuanto a vivencias, en lecciones y emociones; gracias a todos porque he hecho de mis siete Juegos Paralímpicos, una de las más bellas carreras deportivas de la historia del deporte adaptado del mundo. Gracias a todos los que han formado parte de ella, y ¡hay Paty Valle para más!”.