Tartú el Brujo regresa al entablado con la única condición de usar el mismo equipo de trabajo: descalzo, excepto en casos muy determinados, vuelve a los encordelados, con la autorización previa del hoy recordado Rolando Becerril Ayala, quien fue el primero en darle el nombre a este luchador fuera de serie.
Antes había luchado bajo la sombra de su padre, dijo Tartú el Brujo, quien estuvo cerca de él durante un largo tiempo, le dio el nombre y buenos espectáculos ante exponentes de la lucha en Morelos, por eso vuelve de nuevo para seguir recordando al verdadero Tartú.
Bajo la tutela de la empresa, Tartú El Brujo se unió al proyecto de los denominados Juniors de la Lucha Libre, por lo que hijos, nietos, sobrinos, nombres y equipos heredados invadirán desde la zona Norte del país, toda la República mexicana e incluso el extranjero.
Para la lucha libre de Morelos y la herencia de quien se dedicó a forjar un nombre y una imagen en el gusto de muchos amigos, aficionados al futbol, Rolando Becerril Ayala fue reportero deportivo de oficio y hasta dirigente deportivo en la ciudad de la Eterna Primavera, quien tuvo destacada actuación en el ámbito deportivo.
Su regreso luego de tres años que se adelantó en el camino, sin embargo, toda la afición de la lucha libre le recuerda, como periodista realizó un excelente trabajo, además fue encargado de prensa en el Instituto del Deporte y Cultura Física de Morelos.