Ser escaramuza es lo mejor que le pudo ocurrir a la señora Rita Beltrán de Jiménez, esposa de José Trino Jiménez Estrada, quienes tienen más de 50 años en este deporte de excelencia nacional.
Fui participante como escaramuza de 1970 a 1975. En aquel entonces, era muy bonito porque la mujer acompañaba a la familia, las hijas las esposas, las hermanas, era una fiesta muy familiar. Siempre nos integrábamos con el equipo de los charros, ahora todo ha cambiado, se hacen ejercicios diferentes, ahora califican otras cosas, era tanto el auge que nos invitaban al Campeonato Nacional, ahora ellas están luchando en la competencia para tratar de ir al nacional a Zacatecas, por eso están aquí; pero nos encontramos con la pista inundada
“También mi hija participó con las escaramuzas de 1996 a 2000, aquí mismo en este lienzo, por lo que la vida para nosotros ha sido muy feliz, siempre estuvimos acompañando a nuestros charros y seguimos haciéndolo hasta la fecha porque es un deporte muy hermoso”, agregó.
¿Qué nos puede decir acerca del vestuario?
Platicaba con la delegada que hay muchas artesanías atrás de la charrería, como los aretes, los cuales son de filigrana y vienen de Oaxaca; también está la indumentaria, crinolinas, tiras bordadas, los bordados, las costureras, los fabricantes de botas, zapatos, toda la talabartería, las sillas, los sombreros, hay mucha artesanía atrás de la charrería
¿Cuánto costaba antes un vestido?
He tenido el gusto y el honor de vestir a la reina Valeria Primera, de 1996 año 2000, tuve el gusto de hacerle sus vestidos. Recuerdo que en aquel entonces oscilaba como en unos cinco mil pesos cada vestido, entre tiras bordadas, tela, hechura, bordados, el puro vestido, el calzado es aparte, pero es a largo plazo también, es un gasto fuerte por las caronas, el caballo, encabezada, frenos, el herraje del caballo mensual, todo es un fuerte gasto
Además, agregó que “ahora lo que cuesta son los bordados, creo cuestan entre cinco y 10 mil pesos, ahora vienen más sencillos, desgraciadamente había una fábrica aquí en México que se llamaba la Tirolesa, pero con los gastos creo que la fábrica tronó y ya no hay tanto encaje", finalizó.