Con alrededor de 50 años de vivir del beisbol, Juan de la Cruz Gutiérrez o como también es conocido: "El Diablo", vivió a sus 74 años de edad su último encuentro de beisbol en su natal Jonacatepec, durante la inauguración del recién remodelado campo de la Unidad Deportiva ubicado en la colonia Leandro Valle del municipio cebollero.
Las autoridades del municipio organizaron un duelo amistoso para cumplir con dos objetivos: reabrir el inmueble que fue remodelado junto con la apertura de una cancha de futbol rápido y rendirle homenaje a Juan de la Cruz Gutiérrez, uno de sus hijos pródigos de amplia y reconocida trayectoria en el llamado rey de los deportes.
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Vida y obra de un apasionado de la pelota caliente
Juan de la Cruz Gutiérrez, mejor conocido en toda la región como "El Diablo de Jonacatepec", dedicó su vida al rey de los deportes durante medio siglo, motivado por sus tíos Ignacio y Estanislao Gutiérrez Mejía, quienes le enseñaron a pitchar.
Como jugador inició en 1967, a los 17 años en Tepeji del Río en el Estado de Hidalgo; posteriormente jugó en la liga de Los Mochis, estado de Sinaloa, para luego incursionar en la liga de Loma Bonita del estado de Oaxaca.
En ese momento formó parte de una selección para jugar dentro del campeonato regional de Veracruz donde se logró el campeonato.
Poco después jugó en la Liga Especial de Coyoacán de la Ciudad de México, donde debido a su buen nivel fue seleccionado para asistir a unos juegos Nacionales en Guadalajara en 1974.
Para el inicio de la década de los 80, regresó a jugar a Jonacatepec para militar en la prestigiada Liga de Izúcar de Matamoros del estado de Puebla en 1981, donde su equipo se coronó campeón en la Liga Especial y Libre.
Durante su paso por la Liga de Matamoros fue el mejor pitcher de toda una temporada con una marca de nueve juegos ganados y cero perdidos, siendo reconocido por la organización beisbolera con un trofeo individual, reconocimiento que en sus palabras, "fue el título más preciado en mi labor como pelotero".
"El Diablo" también jugó en la Liga de Cuautla y, por situaciones personales, dejó de acariciar a su compañera inseparable para iniciar su labor como ampáyer, desempeñando su trabajo en la nueva faceta por casi 25 años en las Ligas de Jonacatepec, Cuautla e Izúcar de Matamoros.
Su pasión por el arbitraje fue tan importante como el de pelotero, ya que tuvo la oportunidad de participar en infinidad de partidos de torneo regular y de playoffs donde fue muy común verlo como ampayer principal atrás de home.
De la misma forma participó como ampáyer en cuatro Juegos Nacionales en la ciudad de Cuautla y un Nacional en Izúcar de Matamoros, aunque también incursionó en el softball como responsable de aplicar las reglas en unos Juegos Nacionales celebrados en Casasano y en San Carlos.
Lamentablemente la pandemia por Covid-19 lo hizo abandonar su labor como ampáyer y retirarse de su mayor pasión.
La última y nos vamos
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Para hacerle un juego de despedida, el pasado domingo 14 de enero Juan “EL Diablo” tuvo que desempolvar la careta y volver a afinar la garganta para participar como ampáyer principal del juego de exhibición que disputaron los Bravos de Jonacatepec y un combinado de veteranos de Jonacatepec, con el que se dio apertura al remodelado campo beisbolero de la Unidad Deportiva Leandro Valle, recibiendo un reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Jonacatepec que fue entregado de manos de la primera autoridad, la alcaldesa Brenda Guerra Valaguez.
“Muchos deportes he practicado a lo largo de la vida, pero el beisbol es el rey de los deportes, el más emocionante e interesante del mundo”, reconoció tras vivir su último contacto como parte de un juego de la también llamada pelota caliente, rodeado de familiares y amigos.
De esta manera se despidió un gran ser humano de quien se sienten orgullosos su esposa, hijos y nietos, y el cual ha contagiado a muchísimas generaciones de su pasión por el béisbol.