En el estadio Olímpico de Buenos Aires, entre una multitud que presenció las finales del atletismo, sólo dos mexicanas estuvieron desde la tribuna alentando a los suyos el pasado domingo 14 de octubredurante la final de los 400 metros planos.
Una de ellas era la madre del medallista de oro Luis Antonio Avilés Ferreiro, la señora Violeta Ferreiro Mares, que estuvo a punto del desmayo tras el triunfo de su vástago.
Fue una emoción tremenda ver coronado el esfuerzo de mi hijo pese a todas las adversidades que ha enfrentado, ahora todos se ponen el sombrero, son amigos, incluso hasta han surgido varios Ferreiros que ni conocemos
Con sacrificios económicos, Violeta voló hasta la capital de Argentina “y lo haría hasta el fin del mundo con tal de ver triunfar a mi hijo”, acotó.
Ella y otra mujer que también siguió la actuación de su hija en otra prueba, fueron las dos únicas almas mexicanas en la competencia organizada en el país del bife.
Atenta y con los nervios al mil, la señora Ferreiro siguió zancada a zancada el camino de Luis, rumbo al oro hasta verlo consagrado.
Estuve a punto del desmayo, es algo muy fuerte
Reconoció que los segundos se volvieron eternos mientras de hacia la sumatoria de los dos tiempos para determinar el oro del mexicano.
Luis Antonio llegó en la final atrás del zambiano Luchembe, quien finalmente se ubicó segundo por el tiempo acumulado en las dos etapas.
