Carlos Fernando Ramos Amaro es campeón de ajedrez y también de la vida. A pesar de tener una discapacidad debido a un problema congénito que le impide tener fuerza en sus cuatro extremidades y que lo obliga a estar postrado en una silla de ruedas, a sus 25 años de edad ha salido adelante con el invaluable apoyo de su familia.
SU HISTORIA
Vecino del barrio de Santa Bárbara en Atlatlahucan, Charly Rayo como le gusta que le digan por su gran pasión al equipo de futbol de los Rayos del Necaxa, desde los seis años empezó a practicar el llamado deporte ciencia, el cual asegura le ha ayudado a mejorar su intelecto y ha cumplir su meta que fue el culminar sus estudios profesionales.
Mis tíos eran ajedrecistas y por ellos me empecé a interesar en esta disciplina, fue difícil al principio porque no tenía con quien jugar , hasta que ya en la secundaria empecé a participar en los torneos hasta hacerlo más profesional, iniciando en la categoría Sub 15
Actualmente cuenta con un ranking de mil 66 clásico de la Federación Nacional de Ajedrez de México (Fenamac), el cual ha logrado con una amplia participación en torneos, estudiantiles y abiertos.
Destacó el campeonato estatal que logró cuando estudiaba en nivel medio superior. "Aquella ocasión participé en los Juegos de Conadems donde gané la oportunidad de representar a Morelos en los Nacionales que se realizaron en Querétaro; fue mi primera experiencia fuera del estado", reveló. Sus participaciones se han multiplicado en eventos estatales donde ha logrado varios pódiums, con segundos y terceros lugares.
ROMPE LAS BARERRAS
Son muy pocas las personas en Morelos, que con algún problema de discapacidad, se atreven a enfrentar la vida y menos a practicar alguna disciplina deportiva, por lo que con base a su experiencia, Carlos Fernando señaló contundente:
"Tener una discapacidad no es una barrera para lograr lo que te propones, y menos para participar en el ajedrez. Aquí se tiene la posibilidad de hacer lo mismo que hacen otras personas. En Morelos no hay prácticamente participantes con mi condición, los pocos que he enfrentado son de fuera, e invito a la gente que tiene alguna limitante física a participar porque no hay barreras en esto, porque en el ajedrez por ejemplo, más que esfuerzo físico, lo que se hace es un esfuerzo mental, y el estar postrado en una silla de ruedas no es tanto impedimento".
SU AMOR POR EL NECAXA
Además de su pasión por el ajedrez, reveló su gran amor por el futbol y en especial por el Necaxa de quien se declaró hincha desde los cinco años, al grado que ha viajado en innumerables ocasiones hasta Aguscalientes para verlo jugar.
En el estadio Victoria tuvo la oportunidad de conocer a un maestro de una universidad local con quien trabaja en el desarrollo de sitios web; "primero lo contacté en un portal de internet y luego nos conocimos en el estadio, él es de allá y me pasa parte del trabajo que tiene pues es Ingeniero en Sistemas".
PIDE APOYO AL GOBIERNO
La falta de oportunidades de empleo para él, es algo que lo frena, pero no lo desanima, a pesar de mandar su currículum a varias empresas sin tener fortuna; "es mi único trabajo por el momento el que me ofrece el maestro, y el único ingreso económico que tengo", confesó.
Dijo que ha tenido la oportunidad de hablar hasta con el propio Andrés Manuel López Obrador, presidente del país, y con el gobernador Cuauhtémoc Blanco para pedirle una oportunidad de empleo."Me escucharon y me prometieron apoyo, ojalá y me den la oportunidad pues me siento con la capacidad para trabajar en mi área".
LA FUERZA DE UNA MADRE
Elisa Amaro Toledano, madre de Carlos, se ha convertido en sus manos y pies, sacándolo adelante en todo lo que se ha propuesto. Ante el problema congénito que padece, desde sus primeros años de vida empezó a llevarlo a terapias, permitiéndole fortalecer su tronco y darle fuerza a sus brazos y manos para alcanzar una mayor movilidad. "Ha sido una primera barrera que él y yo, y con la ayuda de Dios, hemos podido superar", indicó.
La falta de infraestructura para gente con discapacidad es otro de los problemas que han enfrentado; sin embargo, también, con el esfuerzo conjunto de madre e hijo, ha sido superado.
