El esfuerzo por correr 122 kilómetros durante 14 horas de Cuautla a la Basílica de Guadalupe le generó a Rafael Guerrero Romano un sangrado interno, pero esto impidió que el atleta alcanzara su meta.
Esto sucede cada año después de cubrir esa larga distancia de la Unidad Deportiva de Cuautla hasta la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México dentro del Ultramaratón Guadalupano que instituyó en el año 2002, en esta ocasión Guerrero Romano corrió en apoyo de nueve personas que padecen alguna enfermedad y que no pueden costear sus tratamientos.
Serían 20 las ediciones, pero la pandemia por Covid-19 interrumpió la número 18 cancelándose la actividad por las medidas sanitarias que se vivieron en ese año y que obligaron a cerrar al público el reciento mariano más visitando del mundo.
En este 2022 Rafa Guerrero, de 62 años, realizó como desde que tenía 42, la nueva edición del Ultramaratón Guadalupano, el cual era el único atleta que lo corría completo hasta que el año pasado uno de sus pupilos más avanzados lo igualó en la proeza.
De cualquier forma nadie tiene acumulado tanto kilometraje en las 19 ediciones celebradas como don Rafa.
Con estos nuevos 122 llegó más de 2,318 kilómetros. En las primeras ediciones, recordó, llegó a correr más de 130 kilómetros por la variación que ha sufrido la ruta con las obras carreteras en el Estado de México.
La salida fue, como de costumbre, en punto de las 5 de la mañana de la Unidad Deportiva de Cuautla este 11 de diciembre y llegó a su destino 14 horas después, pasadas las 7 de la noche.
Reportó que su nueva llegada fue nuevamente con saldo blanco, aunque el único detalle es que “terminé con un sagrado intestinal, esto debido al fuerte esfuerzo al que me someto por la distancia; pero esto es hasta cierto punto normal, cada año me ocurre, sólo debo cuidar mucho mi alimentación al menos en los próximos tres días para recuperarme, nada de grasas o irritantes”.
Dio que a la altura del kilómetro 100 es cuando su órgano interno empieza a reclamar el esfuerzo, “se siente la molestia y cuando termino me dan nauseas y siento los retos de sangre en la garganta, pero solo necesito recuperación, es todo”.
El fiel creyente de la morenita del Tepeyac, dijo que esta es su manera de agradecer a la virgen los favores recibidos, “soy un sobreviviente del cáncer, me extirparon un tumor hace algunos años y ahora estoy bien”.
Además, como parte de ese agradecimiento, desde hace un par de años forma parte del programa “Te Reto a Ser Extraordinario” en el cual un grupo de atletas de México y de otros países del continente, se unen para acumular recursos con cada kilómetro recorrido a favor de personas que padecen alguna enfermedad grave y que necesitan de costosos tratamientos médicos.
“Hace un año fue por la niña Nahaibi Cristina Aldecua que nació con problemas congénitos, y hoy se han agregado otras ocho personas más; es una labor que hacemos varios corredores, entre todos logramos que a través de una fundación se donen los recursos para sus diversos tratamientos que necesitan para salir adelante en sus enfermedades”, puntualizó.
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