Ante los problemas económicos que vive el equipo Arroceros Cuautla dentro de la Liga Premier de la Federación Mexicana de Futbol, uno de los directivos que han pasado por la larga historia del club en sus ya casi 70 años, fue el dentista Francisco Troncoso Espinosa, quien tras lamentar la situación por la que atraviesa el histórico equipo de Morelos, recordó como en aquella lejana década de los 90 cuando encabezó la mesa directiva, tuvo la oportunidad de lograr importantes convenios económicos con la iniciativa privada para no padecer deudas ante el órgano rector del futbol profesional mexicano.
“Es muy triste lo que sucede actualmente; Cuautla ha sido un equipo siempre protagonista en tercera y segunda división, y en los años 50 de primera división; no merece este descalabro, fue una franquicia otorgada al Ayuntamiento y como tal depende del municipio, lo más importante es que lo apoyen”.
“En su nivel que es el B, lo está haciendo bien y hay que retribuirles su salario a los jugadores, pero que el Ayuntamiento no meta a los hermanos, a los tíos, a los primos, hay gente que conoce de futbol, de administración y de trato sicológico y amable a los jugadores, esa es la gente que debe estar. Ojalá el próximo presidente Arredondo sepa la importancia del equipo Arroceros Cuautla que es parte de su municipio y no lo deje, que ponga gente con capacidad y con amor al deporte”, expuso en entrevista.
El exdirectivo recodó aquel ascenso de tercera a segunda que el equipo consiguió al inicio de su gestión en la temporada 91-92, la cual se prolongó por tres temporadas logrando incluso clasificar más adelante a la liguilla de Segunda División por el ascenso directo al máximo circuito.
Las finanzas en ese entonces eran sanas, comentó, con el importante apoyo de la iniciativa privada, donde asegura que lo único que pagaba el Ayuntamiento en ese entonces eran las multas que se producían por tarjetas a la comisión disciplinaria.
“En esa ocasión conseguimos el transporte gratuito con la empresa Volcanes a través de un convenio que se consiguió tras seis meses de negociación; como el equipo jugó muy bien y ascendió de tercera a segunda, los dueños nos dieron como premio el transporte por Omnibus Cristóbal Colón de primera línea; también para los viajes hasta Tijuana y otras partes lejanas, se consiguió el traslado aéreo vía Taesa”.
Actualmente el equipo Cuautla, que por años continuó con el patrocinio de la empresa de autobuses, no tiene ya ese apoyo, teniendo que pagar rentas para los traslados.
El equipo en aquellos años vivía el club una de sus mejores etapas deportivas, por lo que el dentista de profesión dijo que gran parte de éxito se debió a ese apoyo que se consiguió con las empresas establecidas en el municipio.
“Se trabajó de manera muy coordinada con el Ayuntamiento para que se lograra que empresas nos patrocinaran; por acuerdo con los presidentes municipales, en su momento Javier Malpica y Tadeo Espinoza, se platicó con los empresarios y fue como se pagaban los salarios de jugadores y cuerpo técnico, el municipio solo pagaba las multas, y de lo que se vendía de cerveza y refresco en los partidos, se pagaba la comida y el viaje de los jóvenes”.
Carrillo Olea no lo quiso en primera
Gracias a esas finanzas sanas del club, el equipo tuvo torneos importantes que lo pusieron en la pelea por regresar a primera división, sin embargo, el gobernador en su momento no les brindó el apoyo truncándoles esa ilusión, incluso deseando la derrota del club en una liguilla por al ascenso.
“Cuautla tuvo esa oportunidad de ascender a Primera División, desgraciadamente Jorge Carrillo Olea deseó nuestra derrota, ´porque no tengo dinero para que el equipo suba, ya tengo al Zacatepec y con eso basta´, me dijo; le contesté señor gobernador que tristeza me da pero el equipo Cuautla no le pide nada a usted, y si sube que suba, sino que se venda la franquicia”.
Finalmente en esa Liguilla se evitó la mortificación al mandatario estatal ya que el equipo arrocero fue eliminado por el Cruz Azul Hidalgo. “Desgraciadamente dos de nuestros jugadores importantes fallaron en penales, Manjarrez que venía de Tampico y el Cangrejo Luna y fuimos eliminados”.
Ante la situación financiera que se vive actualmente y que ha puesto en riesgo la franquicia, el entrevistado reconoció la importancia de que el jugador esté cómodo para evitar problemas de rendimiento.
“Es importante que el jugador esté bien, en ese entonces teníamos una casa club que construyó el capitán Jorge Hernández Zubieta, la cual ha desparecido, ya son oficinas del municipio, ahí está Sedesol, por lo que ya no hay donde se hospeden o se queden los jugadores, siendo que esa casa fue construida exclusivamente para ellos, ojalá y que sepan los presidentes municipales que eso no es propiedad del cabildo, es propiedad del equipo Arroceros Cuautla y como tal se le debe de otorgar”.