30 años han transcurrido desde la brutal golpiza a Rodney King, hecho que reflejo la violencia policial, falta de justicia y sangre en las calles de Los Ángeles. El ataque de un grupo de policías al joven fue grabado por un aficionado. La difusión del video generó una ola de repudio y violencia en las calles de Estados Unidos. Los detalles de una historia de racismo e inequidades sociales. Cuando se cumplen tres décadas de la paliza a manos de la policía que recibió el afroamericano Rodney King en Los Ángeles, Estados Unidos sigue enfrentando un problema sistémico que deja a las minorías raciales desprotegidas frente a la violencia desmedida de las autoridades. Ese episodio del 3 de marzo de 1991 dio la vuelta al mundo después de ser filmado por un aficionado que tenía casualmente su videocámara en ese momento, registrando todos los golpes que recibió King cuando estaba completamente sometido en el suelo, sin oponer resistencia. Tres décadas después, parte de la policía en EE.UU. sigue un "patrón" en su manera de "cómo se acerca a los afroamericanos", un colectivo que ha sido "criminalizado" desde la fundación del país, dijo "Baba" Akili, uno de los dirigentes de la organización Black Lives Matter ("Las Vidas Negras Importan") en Los Ángeles." Si Rodney King hubiera sido blanco, nunca lo hubieran hecho y nunca lo hubieran sacado de su coche para golpearlo por exceso de velocidad, dijo el activista. Es posible que le hubieran multado...Y eso es un patrón, un ejemplo clásico de cómo el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, en sus siglas en inglés) se acerca a los negros", reflexionó Akili, con la bandera panafricana de fondo, en su casa. En la madrugada del 3 de marzo de 1991, King manejaba a toda velocidad por una autopista de Los Ángeles. Lo acompañaban dos amigos. Habían estado viendo baloncesto y bebiendo cerveza, y lo último que querían era ser parados por las autoridades. Cuando un vehículo policial les dio la orden de detenerse, King aceleró. La persecución los condujo hasta una oscura calle en el sur de la ciudad. Los tres ocupantes del auto fueron sacados a la fuerza pero cuatro agentes se ensañaron con King. Descargaron sobre él sus armas eléctricas, le dieron patadas y lo golpearon con toletes de aluminio. Un vecino alertado por el ruido de los helicópteros tomó una cámara de video y grabó toda la escena. Mandó el material a la emisora local KTLA y en cuanto se difundieron las imágenes, la golpiza lanzó a King a la fama internacional. Posteriormente, los cuatro agentes fueron imputados y enjuiciados. Tras el juicio y después de siete días de deliberaciones en una corte del condado de Ventura, al norte de Los Ángeles, los policías fueron absueltos. Ese veredicto fue el que prendió la mecha y dio lugar a unos disturbios (o levantamiento, como prefieren decir los activistas) que pasaron a la historia y sirven de referencia cada vez que estallan choques raciales en el país. Hasta ese 3 de marzo de 1991, sus familiares y amigos lo llamaban Glen. Pero ese, su segundo nombre en el documento, se perdió después. Su primer nombre -el que no usaba- junto a su apellido se convirtieron en un ícono mundial. Rodney King. De la violencia policial, del racismo, de las inequidades raciales. Rodney tenía 26 años y un pasado y un presente tortuosos. Adicciones, violencia, un divorcio conflictivo, una hija abandonada, problemas con la ley. Tres meses antes había salido de la cárcel después de pasar un año preso condenado por robar un mercado armado con una barra de hierro. Esa noche había salido y como muchas otras veces había tomado de más. El video recorrió el mundo. La indignación se multiplicó. Las discusiones sobre la cuestión racial una vez más tomaron protagonismo. La justicia decidió no levantar cargos contra Rodney King. Los cuatro policías que se ven en el video rodearlo, formar ese semicírculo y golpearlo con impiedad fueron juzgados. Los disturbios de Los Ángeles de 1992, también conocidos como la revuelta de Rodney King o los disturbios de Rodney King, se iniciaron el 29 de abril de ese año, cuando un jurado compuesto casi completamente por blancos absolvió a los cuatro agentes de policía que aparecieron en unas grabaciones tomadas por el video aficionado George Holliday, mientras propinaban una paliza al taxista afroamericano Rodney King. King, que huía de la policía, fue perseguido por la autopista a unos 180 km/h. Miles de personas en Los Ángeles, California, principalmente jóvenes afroamericanos y latinos, se unieron en lo que fue frecuentemente presentado como un disturbio racial y étnico, llevando a cabo multitud de infracciones de la ley, incluyendo saqueos, incendios provocados y homicidios. En total, hubo 63 muertos y más de 2.000 heridos durante los disturbios. Continuará.
30 años han transcurrido desde la brutal golpiza a Rodney King, hecho que reflejo la violencia policial, falta de justicia y sangre en las calles de Los Ángeles. El ataque de un grupo de policías al joven fue grabado por un aficionado. La difusión del video generó una ola de repudio y violencia en las calles de Estados Unidos. Los detalles de una historia de racismo e inequidades sociales. Cuando se cumplen tres décadas de la paliza a manos de la policía que recibió el afroamericano Rodney King en Los Ángeles, Estados Unidos sigue enfrentando un problema sistémico que deja a las minorías raciales desprotegidas frente a la violencia desmedida de las autoridades. Ese episodio del 3 de marzo de 1991 dio la vuelta al mundo después de ser filmado por un aficionado que tenía casualmente su videocámara en ese momento, registrando todos los golpes que recibió King cuando estaba completamente sometido en el suelo, sin oponer resistencia. Tres décadas después, parte de la policía en EE.UU. sigue un "patrón" en su manera de "cómo se acerca a los afroamericanos", un colectivo que ha sido "criminalizado" desde la fundación del país, dijo "Baba" Akili, uno de los dirigentes de la organización Black Lives Matter ("Las Vidas Negras Importan") en Los Ángeles." Si Rodney King hubiera sido blanco, nunca lo hubieran hecho y nunca lo hubieran sacado de su coche para golpearlo por exceso de velocidad, dijo el activista. Es posible que le hubieran multado...Y eso es un patrón, un ejemplo clásico de cómo el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, en sus siglas en inglés) se acerca a los negros", reflexionó Akili, con la bandera panafricana de fondo, en su casa. En la madrugada del 3 de marzo de 1991, King manejaba a toda velocidad por una autopista de Los Ángeles. Lo acompañaban dos amigos. Habían estado viendo baloncesto y bebiendo cerveza, y lo último que querían era ser parados por las autoridades. Cuando un vehículo policial les dio la orden de detenerse, King aceleró. La persecución los condujo hasta una oscura calle en el sur de la ciudad. Los tres ocupantes del auto fueron sacados a la fuerza pero cuatro agentes se ensañaron con King. Descargaron sobre él sus armas eléctricas, le dieron patadas y lo golpearon con toletes de aluminio. Un vecino alertado por el ruido de los helicópteros tomó una cámara de video y grabó toda la escena. Mandó el material a la emisora local KTLA y en cuanto se difundieron las imágenes, la golpiza lanzó a King a la fama internacional. Posteriormente, los cuatro agentes fueron imputados y enjuiciados. Tras el juicio y después de siete días de deliberaciones en una corte del condado de Ventura, al norte de Los Ángeles, los policías fueron absueltos. Ese veredicto fue el que prendió la mecha y dio lugar a unos disturbios (o levantamiento, como prefieren decir los activistas) que pasaron a la historia y sirven de referencia cada vez que estallan choques raciales en el país. Hasta ese 3 de marzo de 1991, sus familiares y amigos lo llamaban Glen. Pero ese, su segundo nombre en el documento, se perdió después. Su primer nombre -el que no usaba- junto a su apellido se convirtieron en un ícono mundial. Rodney King. De la violencia policial, del racismo, de las inequidades raciales. Rodney tenía 26 años y un pasado y un presente tortuosos. Adicciones, violencia, un divorcio conflictivo, una hija abandonada, problemas con la ley. Tres meses antes había salido de la cárcel después de pasar un año preso condenado por robar un mercado armado con una barra de hierro. Esa noche había salido y como muchas otras veces había tomado de más. El video recorrió el mundo. La indignación se multiplicó. Las discusiones sobre la cuestión racial una vez más tomaron protagonismo. La justicia decidió no levantar cargos contra Rodney King. Los cuatro policías que se ven en el video rodearlo, formar ese semicírculo y golpearlo con impiedad fueron juzgados. Los disturbios de Los Ángeles de 1992, también conocidos como la revuelta de Rodney King o los disturbios de Rodney King, se iniciaron el 29 de abril de ese año, cuando un jurado compuesto casi completamente por blancos absolvió a los cuatro agentes de policía que aparecieron en unas grabaciones tomadas por el video aficionado George Holliday, mientras propinaban una paliza al taxista afroamericano Rodney King. King, que huía de la policía, fue perseguido por la autopista a unos 180 km/h. Miles de personas en Los Ángeles, California, principalmente jóvenes afroamericanos y latinos, se unieron en lo que fue frecuentemente presentado como un disturbio racial y étnico, llevando a cabo multitud de infracciones de la ley, incluyendo saqueos, incendios provocados y homicidios. En total, hubo 63 muertos y más de 2.000 heridos durante los disturbios. Continuará.