El escritor y ensayista Armando González Torres, publicó recientemente el libro Los signos vitales. Anacronismo y vigencia de Octavio Paz, bajo el sello editorial Libros Magenta, y que presentó hace unos días en el Centro Cultural Jardín Borda.
En entrevista para El Sol de Cuernavaca, González Torres habla sobre este libro que integra una revisión de los diversos ensayos críticos y puntuales en torno a la obra de Octavio Paz que surgen a partir de 1998 después de su muerte.
Gracias a su obra y carácter, Octavio Paz se convirtió en uno de los intelectuales más destacados del siglo XX. Armando se considera un gran aficionado de la obra de Paz, pues este es el segundo libro que escribe en torno al reconocido Premio Nobel Mexicano, dando muestra de que Paz continúa inspirando a los escritores y sigue siendo objeto de interés en diversas disciplinas y que su obra sigue viva.
“El libro es un seguimiento a sus signos vitales, es decir, un autor después de su muerte su posteridad es muy azarosa, y en el caso de Octavio Paz ha sido una posteridad muy fecunda; después de su muerte se han escrito decenas de libros y centenas de artículos en torno a él y a los aspectos de su obra, porque además es un escritor que no sólo se lee como escritor, si no que se puede leer como politólogo, antropólogo y crítico de artes plásticas. Las formas de abordaje a Octavio Paz son muy ricas y diversas, lo que se ha demostrado a lo largo de estos más de 20 años de ausencia, es precisamente esa enorme vitalidad de una obra omnívora, una obra que abarca desde política hasta la crítica de poesía, una obra que encarna el canon de occidente”, expresó Armando González Torres.
Los signos vitales. Anacronismo y vigencia de Octavio Paz se caracteriza por ser un libro breve divido en tres partes, la primera que habla sobre la biografía de Octavio Paz; la segunda de las afinidades de Paz con otros escritores tanto vivos como muertos en su época, desde Sor Juana Inés de la Cruz, Albert Camus e incluso afinidades insólitas con Roberto Bolaño. Mientras que la parte final, tiene artículos más extensos sobre algunos poemas fundamentales del escritor como “Piedra de sol” o algunas facetas importantes como polemista.
Es un libro que no pretende ser exhaustivo, porque es tanta la biografía que ha aparecido sobre Octavio Paz a partir de su muerte, que ha sido difícil reseñarla toda y muchos libros se han quedado fuera de este pequeño recuento. Ha sido un proceso de escritura muy prolongado porque no lo pensé como libro, ha sido realmente por mi afición a Octavio Paz porque sigo todas las reverberaciones de su obra. A partir de 1998, comencé a reseñar todas las novedades que salían y fue así como se formó de manera azarosa esta obra en un periodo de más de 10 años, detalló.
En 2001, González Torres publicó el libro “Las guerras culturales de Octavio Paz” con el que obtuvo el Premio Nacional de Ensayo Alfonso Reyes, demostrando esa afición por la obra de Paz.
Fui de las últimas generaciones que tenían a Octavio Paz en el centro de la agenda política intelectual, él era un personaje seductor y al mismo tiempo que uno miraba con desconfianza y cierta reserva, porque era tildado como el reaccionario de la época. Fue una afición muy visceral y cambiante, fui un lector rebelde de Paz y por supuesto que me abrió muchos horizontes en todas las dimensiones intelectuales, puntualizó.
Armando González Torres señala que escribir sobre Paz ha sido algo profundamente ilustrativo, muy grato y fecundo.
Es un libro precisamente sobre su vida polémica y yo me divertí mucho escribiéndolo; y al mismo tiempo me ilustré muchísimo porque por un lado sus polémicas son divertidísimas porque era un extraordinario rival temible y al mismo tiempo que era muy inteligente, tenía una lengua viperina. Por otro lado, sus polémicas son muy ilustrativas de todas esas etapas ideológicas que hemos vivido a lo largo del siglo XX en México, finalizó.
Durante la presentación en Cuernavaca, estuvo acompañado por el poeta Julio Eutiquio Sarabia, el editor Gabriel Bernal Granados y Ángel Cuevas, coordinador Editorial de la Secretaría de Turismo y Cultura.