El artista y activista Gabriel Mestre Arrioja creó el proyecto Tepoz Fauna, un dispositivo de conversación que surge de la mezcla de arte y activismo, en el que reúne a personas que se han dedicado al rescate, la protección y la conservación de la fauna silvestre y doméstica en Tepoztlán, realizando eventos mensuales desde mayo de este año.
"Después del incendio que se suscitó en Tepoztlán en abril pasado, las personas quedamos muy movidos, fue algo conmovedor, que creo tiene el origen en los medios de comunicación al haber visto otros incendios en California o Australia donde la fauna silvestre resultó más afectada que acá. En Tepoztlán, hay una tradición de organización y por primera vez se incluyó a la fauna silvestre, con brigadas para encontrar y auxiliar animales heridos o arrinconados; pero todo se hacía por la mañana, cuando en realidad la fauna silvestre de la sierra tepozteca es mayoritariamente nocturna y al oler el fuego, se ponen a salvo", expresó Gabriel Mestre Arrioja.
Es así, como Gabriel se une a este grupo, con la gran experiencia que tiene en el rescate del Xoloitzcluintle desde los noventa, organizado por la UNAM.
"Me di cuenta que era un buen esfuerzo, pero desarticulado porque no estaba en sintonía con las otras partes que se encargan de la fauna urbana y doméstica, traté de dialogar con ellos, no quisieron y me organicé yo con otras personas, y la sociedad protectora de animales. Tengo una fundación desde hace 15 años y desde ahí activé los patrocinios y programas para crear este importante proyecto".
Con el objetivo de informar acerca de diversos temas, fomentar el cuidado y respeto de la fauna silvestre y doméstica, así como generar un mayor interés en la investigación de temas específicos en Tepoztlán, se iniciaron estas charlas y actividades mensuales que han tenido como sede el Centro Cultural La Sombra del Sabino.
"Cada encuentro está enfocado en un tema distinto, y contamos con invitados especiales que tengan un desenvolvimiento en las disciplinas artísticas y el activismo por los animales principalmente".
La primera charla contó con la participación del científico y biólogo Tonali Álvarez, quien habló sobre Restauración de las zonas naturales de la Sierra tepozteca.
"Además se proyectó un documental de los perros pitbull que hice hace como 20 años, porque hay un problema de abandono, negligencia y maltrato canino en Tepoztlán".
Durante el segundo encuentro, se habló del rescate de perros y se contó con distintos invitados como Elena y Perico (integrantes del grupo La Perra) quienes han rescatado alrededor de 15 perros y compartieron sus reflexiones al respecto; así como la poeta polaca Beata Kucienska quién leyó una historia con el mismo tema sobre maltrato y rescate de animales, basado en una experiencia propia que vivió en Amatlán de Quetzalcoatl. Y la activista Isabel Vidal, que compartió un panorama del maltrato y rescate de animales en Tepoztlán.
Recientemente, el pasado 25 de julio se realizó una tercera charla denominada "Xoloitzcuintle y el perro doméstico mesoamericano", encabezada por Gabriel Mestre y como invitado especial, estuvo Juan Guerra, coreógrafo y director de Cosmo Danza y Casa Quetzalcóaltl.
"En esta charla, compartí mi reflexión después de vivir acá en Tepoztlán, tanto en Amatlán como en la parte norte y sur del municipio. Aunque no existen vestigios de perros en esta zona es inevitable afirmar que los hubo, simplemente porque es un bastión de las culturas nahuas, quienes siempre estuvieron rodeados de perros y tuvieron una relación con estos individuos, suposición que se puede validar fácilmente".
Uno de los objetivos fue apuntar ciertos detalles y reflexiones, que buscan crear consciencia para que la gente comience a asignarle un valor a un perro que siempre ha descalificado, así como exigir que las instituciones competentes abran investigaciones sobre los perros prehispánicos y actuales de esta zona, porque es un excelente lugar para recolectar información sobre los cánidos prehispánicos en esta parte de Mesoamérica".
Durante esta charla, se habló de que el perro doméstico mesoamericano ha caminado por el valle y los cerros de Tepoztlán desde hace algo así, como 3500 años, sus descendientes: los xoloitzcuintles con/sin pelo y los perrillos enanos tlalchichis, puede que estuvieran aquí desde el principio aunque los arqueólogos y paleozoólogos solo les dan la mitad de ese tiempo.
"Es un hecho que el perro siempre ha permanecido al lado de todas las culturas que transitaron por la Sierra Tepozteca y por sus pueblos, quizá un vestigio para apoyar dicha afirmación, podría ser el Cinteopa (Templo del Señor del maíz) establecido en Amatlán posiblemente por los teotihuacanos, para ellos el perro también era un símbolo de fertilidad y lo asociaban con el ciclo de la siembra y la cosecha, de igual forma pueden ser reveladoras la gran cantidad de almenas (tableros) para Tlahuizcalpantecutli que ahí se encontraron, en varias de ellas se muestra a esa deidad también como Xolotl y como Tlaloc, juntos, 'las auroras' eran los mismos sacerdotes que se encargan de todos esos dioses y de los perros".
Para el próximo encuentro, que se efectuará en este mes, se abordará el tema de los Mapas de Tepoztlán y Morelos y cartografías culturales que realizó el arquitecto y cartógrafo Leonardo Verges.
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