La fe que el pueblo de Cocoyoc le tiene a su santo patrono es muy antigua: de acuerdo con datos verificables, la devoción de los habitantes de esta comunidad de Yautepec por El Señor de la Expiración surgió en 1846 y ha llegado a tal grado que la gente le rinde culto dos veces al año, una en enero y la segunda en febrero.
De acuerdo con Hipólito Trejo González, un joven habitante de esta localidad, la fe que la gente de su pueblo le guarda a este santo se ha originado al cabo de los milagros que ha realizado, pero también a otros factores:
Además de ser muy milagroso, según la comunidad católica, se le atribuyen rasgos como el tono de piel y las facciones de su cara: hay personas que a veces lo ven más moreno o con un rictus como de modestia, y también he escuchado de la gente del pueblo que en ocasiones, cuando lo sacan en procesión, pesa más de lo normal
El templo
Dañado por el sismo del 19S, el templo que alberga a El Señor de la Expiración, al que se le conoce por el mismo nombre, ha superado la etapa de restauración que emprendieron los expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia para no sólo restituir la imagen del lugar, sino también la devoción de la población.