N a f t o l i n a

¡Qué Hay de Nuevo…Viejo!

Araceli Mendoza

  · sábado 14 de abril de 2018

Las cifras de las pérdidas por el robo de combustible que tiene Petróleos de México son alarmantes. El director de la empresa comentó que han detenido a cerca de dos mil individuos que roban combustible, de hecho mucho, es vendido en gasolinerías, y por eso también están siendo investigadas ya que no concuerda con los registros que se tienen.

También mencionó que recogieron una serie de transportes como camiones y camionetas; la flotilla que estos individuos tienen es impresionante para transportar el combustible. Pero realmente existe una enorme frustración, ya que las autoridades no pueden hacer nada porque no hay manera de comprobar que el combustible es robado. Pareciera que es toda una organización que implica desde luego a la corrupción, ya que la venta de combustible deja y deja bien, no importando el riesgo que con lleva a la población que se encuentra cerca de alguna toma.

Carlos Treviño, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), reconoció que se han perdido 30 mil millones de pesos en 2017 por el robo de combustible, también indicó que se han retirado franquicias de gasolineras que venden “huachicol”. Habría que actuar como Sherlock Holmes para saber bien y con certeza como se distribuyen, y así demostrar a la Procuraduría a los Ministerios Públicos el robo, cuando las instancias competentes deberían ser las encargadas de darle seguimiento, a un asunto tan delicado como es este. Esto evidencia cómo las Instituciones no hacen su tarea, y como siempre, ¡tiene que intervenir el Ejército y la Armada de México!

Si son desastres naturales, sismos, forestación, y delincuencia organizada, me pregunto ¿Dónde están los encargados de estas tareas?

En 1912 se decía si de negocios se trataba, “El oro negro”. La riqueza de los yacimientos petroleros mexicanos fue rápidamente advertida, pues su uso se generalizaba conforme el siglo avanzaba su demanda aumentaba de forma exponencial.

Inversionista extranjeros como el contratista inglés Cowdray, vislumbraron el potencial económico del combustible. Mientras realizaba obras como el drenaje de la Ciudad de México y la reconstrucción del ferrocarril, inició la construcción de una refinería en Minatitlán, que surtiría de combustible a los mercados concesiones petroleras, “en un área que cubría poco más de medio millón de hectáreas en los estados de Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potósi, Campeche, Tabasco y Chiapas”.

Hoy los “huachicoleros” vieron un gran negocio como aquel señor inglés, pero desde luego pienso que lo hacen porque así. ¿Quién instruyo a estos “huachicoleros” a picar las tomas y a llenar los bidones?, en algunos lugares se han dado accidentes, pero, ¿desde cuándo hacen está operación?, todo salió a la luz cuando se dieron los accidentes, pero insisto, ¿cómo se fue dando toda la logística de sacar el combustible?, esos son los cabecillas.

Perdón, regresaré al inglés Cowdray que fundó la primera compañía mexicana de petróleo: “El Águila”.

Para transportar el petróleo a Europa, Cowdray formó la Eagl Oil Transport Company y construyó “una flota de veinte buques tanque, diez de los cuales tenían una capacidad de 15 mil toneladas, la empresa se convirtió en la más grande y eficiente del mundo en esa época”.

En sus primeros días de existencia, la empresa transportadora firmó contratos importantes con los almirantazgos británico y estadounidense generando gran cantidad de divisas entro del país.

Con Francisco I. Madero en la presidencia, se decretó en junio de 1912 un impuesto especial de 20 centavos mexicanos por tonelada de petróleo crudo, cobrado en forma de timbres. Con este gravamen, el petróleo se convirtió, dese los primeros años del siglo XX, en el oro negro”. (Hoy oro huachicol), el principal motor de la economía mexicana, tanto en materia de exportación como para activar la industria mexicana

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