Hace unos días Raphael lanzó su primer disco de canciones inéditas en seis años. La grabación se titula Victoria, una palabra que, según confiesa, ha gritado interiormente muchas veces desde aquel festival de Benidorm, en España, en el que debutó en el ya lejano 1962.
En aquella ocasión, el intérprete participó con una artillería de 13 canciones, las cuales le hicieron ganar el primero, segundo, tercero, quinto, octavo y noveno lugar, además del llamado premio de interpretación, algo que sería impensable para cualquier cantante en nuestros días.
“Era lo que perseguía para poder comprar un departamento; suena como una cosa ya imposible, pero lo conseguí todo en una noche”.
Recuerda también que los días previo y posterior a aquella hazaña, en lugar de irse de fiesta como lo hubiera hecho cualquier joven de su edad, simplemente se quedó en su cuarto porque era mucho lo que se jugaba:
"¡La vida de sacrificio que he hecho en mi vida entera! He salido victorioso de muchas cosas por mi férrea voluntad de hacer las cosas bien. Divertirse es fácil, pero guardar las formas para estar bien cuando tienes que estarlo es más difícil", destaca.
Y de todo ello se trata esta nueva grabación, a la que se refiere como su enésimo álbum, por la sencilla razón de que hace tiempo que perdió la cuenta de cuántos discos ha grabado.
Según Wikipedia serían más de 40 álbumes de estudio, sin contar mini discos, recopilaciones y discos en vivo, ni productos lanzados casi exclusivamente en inglés, francés, alemán, portugués, italiano, japonés o ruso.
Y es que, más allá del éxito contundente que ha tenido en Iberoamérica, su influencia ha llegado a países como Rusia, donde según afirma el propio cantante, hubo un momento en el que la mayoría de los rusos que tomaban lecciones de español, lo hacían para entender sus canciones.
Un traje a la medida
Como todo buen intérprete, parte de la fórmula que ha llevado a Raphael a lo más alto del firmamento artístico ha sido su alianza con distintos compositores, entre los que han destacado Manuel Alejandro o José Luis Perales.
En esta ocasión el cantante hizo mancuerna con el también español Pablo López, con el que ya había colaborado anteriormente y con el que, adelante, realizarán por lo menos otro disco más en conjunto.
Y el resultado es más que positivo, pues Raphael se deja escuchar en plena forma y sumamente cómodo de estar portando este nuevo traje, que coincide en que está hecho a su medida.
“Fue muy fácil -trabajar juntos en este disco- primero porque él es muy fan, además de que ambos somos andaluces y tenemos más o menos la misma educación… Cuando decidí que iba meter a otro compositor en mi grupo, porque necesitaba cierto estilo de canciones, con un lenguaje más acorde con estos tiempos, pues no dudé en que él daba la talla. Pablo tiene muchas virtudes como compositor y por eso ha salido este disco tan maravilloso”.
¿Ya sabes cuáles de estas nuevas canciones se irán directo al nuevo repertorio que presentarás en directo?
Sí, lo sé, pero creo que desde antes de grabarlas… Seguro que estarán por ahí “De tanta gente”, “Mariposa”, “Para seguir en pie”, “Victoria”, “A punto de besarte” y “Lo saben mis zapatos”.
Mientras el artista menciona estas canciones, deja ver que tiene entre sus manos una de las distintas versiones que se editaron en vinil de este trabajo. Se le ve contento de manipularlo y revisarlo una y otra vez mientras charlamos.
¿Te gusta que tus discos se vuelvan a publicar en vinil, después de que este formato casi se extinguiera durante varios años?
Sí, fue un grave error de la industria. Recuerdo que cuando vino cierto personaje muy importante, quien por cierto ya no está entre nosotros, y me presentó un disco de esos de plástico que se hacían antes (los discos compactos) que me dijo muy sentencioso que eso iba a cambiar la historia de la música. Y en aquel momento yo le dije: ¿Qué no te das cuenta de que estás regalándole al público un disco copiable y que lo va a poder copiar todo el mundo? Y él me dijo: No, hombre; la gente no es así, yo creo que no lo van a copiar… Y bueno, por fortuna la gente ya está volviendo a los verdaderos discos.
Hablando de formas de escuchar la música, ¿qué opinas del streaming? Varios músicos se han quejado de que con este modelo ya no ven el dinero por la reproducción de su música.
Pues es como la que te contaba antes, ¡otra barbaridad más! O sea, no saben cómo seguir metiendo la pata, pero ahí seguimos, como si no pasara nada. Es algo tremendo… Menos mal que a mí por ese lado no me no me atajan, porque yo sigo siendo un clásico total.
¿Qué le preocupa al Raphael de 2022?
¿Artísticamente? Pues seguir siendo el que soy, sin tener que torcer mi carro hacia ningún otro lado por intereses creados, ni por intereses de terceras personas… Y seguir haciendo lo que quiero hacer toda mi vida, porque hasta ahora siempre ha sido así, yo he elegido lo que quiero hacer. He acertado y también me he equivocado, pero siempre soy yo el que tiene la culpa, y así quiero seguir.
Está claro que has acertado en muchas ocasiones, ¿pero cuándo crees que has errado?
Pues… Quizás en lo que te he dicho antes, de los discos de plástico. No voy a decir el nombre de aquel personaje, porque ya no está en este mundo y me parece feo hablar de la gente que no está y que no puede defenderse, pero yo se lo dije: ¡Lo que vas a hacer es una barbaridad, eso va a acabar con la industria! Pero bueno, yo siempre trabajé a mi manera y nunca abandoné, mis discos siempre han salido en vinil, aunque tengan por ahí otra versión.
¿Es verdad que una vez estabas cantando en aquel famoso lugar de la Ciudad de México llamado “El Patio”, cuando de pronto comenzó un terremoto?
¡Uy, no me hables del asunto! Sí, yo estaba cantando el una canción que se llama “No vuelvas”, que es muy fuerte y que siempre que terminaba de cantarla me temblaban las manos, porque era algo de verdad muy fuerte. Y después de esa empecé a interpretar “Tema de amor”, de la película Juegos Prohibidos y entonces noté que me temblaba la mano un poquito, pero yo pensé que por el nervio que le había puesto a la canción anterior, así que sólo pensé: Cálmate, chico y seguí cantando hasta que terminé la canción… Después de eso se hizo una colecta y juntaron para comprarme un micrófono con un pie hermosísimo de oro macizo.
Antes de concluir, el cantante adelanta que además de una nueva gira que lo llevará por distintos puntos de la geografía española -y posiblemente también en Latinoamérica- en estos nuevos conciertos desempolvará canciones que ya no solía interpretar, como “La canción del trabajo” y “Frente al espejo”
“He cogido varias de nuevo, para que no se olvide la gente de ciertas canciones que han sido muy importantes y para que suenen junto con las nuevas y que la gente las pueda comparar unas con otras… He tenido unas canciones tan maravillosas”.
¿Con esta carrera tan impresionante que has tenido no sólo en la música, sino en el cine, los escenarios y la cultura popular, ¿te has quedado con ganas de algo? ¿Hay algo que que le falte por hacer a Raphael?
Seguramente sí… Pero todavía no me he dado cuenta de qué, ¡porque ya lo hubiera hecho! (rie) Si, qué bueno que tengo cosas por hacer, pero no me he dado cuenta de cuales.
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