En el marco de la celebración de su XVIII aniversario se graduaron cinco alumnos del Diplomado en Creación Literaria: cuentos, poesías, relatos, novelas. Trabajos llenos de propuestas, intención e imaginación ilimitada. Bien se comenta que la escritura es un camino que no se detiene y es un orgullo que en el estado de Morelos haya tanta creación literaria de tan alto nivel.
El alumnado:
Lourdes Escalante García:
Es egresada de la Escuela de Escritores "Ricardo Garibay" donde nutrió y reconfirmó su vocación por la escritura. Hace cuatro años que imparte talleres de escritura a grupos de mujeres.
Sonia Antonio de la Rosa:
Presentó su “Crónica de una Ferrocarrilera” este año 2018 en la UAEM, una obra de literatura testimonial.
Jimena Jurado García la Sienra:
Participó en el “Festival Abismo”, Primer Festival de Literatura Fantástica y fue seleccionada por su obra “Tierra sin Nombre” por el Fondo Editorial del Estado de Morelos.
Christian Madaid Flores Uribe:
Ha participado en talleres especializados de escritura y literatura, así como en encuentro de escritores y seminarios culturales. Su texto “El Abuelo Gabriel” fue seleccionado para integrar la antología del Primer Concurso Nacional de cuento corto “Las Lunas de Octubre” en 2016. Volvió a participar en el año 2017 y obtuvo el 3er lugar con el cuento “Papalote”.
Héctor Julián Coronado Cervantes:
Recientemente publicó el libro “El Frasco de Uñas” 2017, Fondo Editorial del Estado de Morelos.
Al mismo tiempo terminaron su Diplomado en Introducción a la Creación Literaria los alumnos Ana María Aguilar Aguilar, Edith Barrios Rodriguez y Davida Chávez Zepeda. Con esto se da por concluido el ciclo escolar, tanto de los diplomados como de los talleres libres de poesía y redacción.
Los alumnos leyeron parte de sus trabajos: cuentos, poesías, relatos, novelas. Todos hermosos, llenos de propuesta, intención e imaginación ilimitada. Bien se comenta que la escritura es un camino que no se detiene y es un orgullo que en el Estado de Morelos haya tanta creación literaria de tan alto nivel.
El profesorado:
- Eliana Albala
- Ibán de León
- Kenia Cano
- Paz Lavín
- Rocío Barrionuevo
- Sergio D. Lara
- Silvia Peláez
La coordinación académica estuvo a cargo de la maestra Citlali Ferrer que con este curso concluye su docencia en esta escuela.
Juan José Arriola, escribe:
“En medio de terremotos y explosiones, con grandiosas señales de dolor, desarraigando los árboles y desgajando las rocas, se aproxima un gigante advenimiento. ¿Va a nacer un volcán? ¿Un río de fuego? ¿Se alzará en el horizonte una nueva y sumergida estrella? Señoras y señores: ¡Las montañas están de parto!”
Christian Madaid Flores Uribe, responde.
—¿Será un volcán?, ¿un río de fuego?, —preguntaba el mago parado en un cajón que le había sido heredado por un zapatero de Jalisco que en la vejez le había dado por componer mal los zapatos—, lo conocerán ustedes, lo verán caminar en estas tierras y su paso será de hombre. Me lo han dicho las estrellas.Y, luego, sin perder el entusiasmo ni la oportunidad de ganarse unos centavos, anunciaba lo que había adquirido a su paso por otros pueblos: — ¡Compren, compren, telas de San Juan!, jabón de rambután para el amor, aretes de plata para las damas. ¡Compren, compren!, ungüento de ojo de tigre para el caballero que se queda dormido, champú de rana para las calvas. ¡Compren, compren! —Y la gente compraba, aunque no necesitara nada, y los caballeros ya no se quedaban dormidos, y en las calvas nacía cabello, y se corrió la voz de la existencia de aquel ilusionista milagroso, hasta que todas las almas de Zapotlán supieron que en la plaza había un señor al que le contaban cosas las estrellas y que llevaba un burro conjurado que roznaba como rey. Y así fue como el ilusionista-mago-adivinador habló y habló y siguió hablando durante días y meses, como poseído por la alegría de la buena fortuna que acompañaría al mundo del futuro. Cuando de repente una última interpretación, al parecer maravillosa, lo llevó al silencio, y un niño curioso que ya había pasado por ahí varias veces, para saber qué era aquello que le contaban al mago las estrellas, se le acercó para preguntarle: — ¿Señor, señor, qué le pasa, por qué se ha quedado callado, qué ve, qué le cuentan, qué es eso que nacerá de la tierra? —El hombre con los ojos perdidos en la nada y con la mirada de quien ha reconocido el extraordinario curso del destino le respondió: no lo sé con exactitud, sólo sé que se llamará Juan José Arreola.