Como parte de las actividades de la Feria del Libro de Morelos la escritora mexicana Socorro Venegas presentó en la Plaza de Armas, su libro “La memoria donde ardía”, una compilación de cuentos con diversas temáticas importantes y conmovedoras que atañen a la sociedad.
Este libro, es realizado por la editorial española Páginas de Espuma, que se ha especializado en la difusión del cuento como género, no como algo menor a la novela, si no dándole un lugar preponderante en la literatura en español.
La premisa del libro, nos menciona un grandioso texto, “Imaginemos una niña que debe hacer un camino en busca de un padre que bebe sin coartadas. Imaginemos también una madre cuyo embarazo es ensimismamiento y hueco después del alumbramiento. Imaginemos finalmente una mujer que se diluye en una memoria entregada al amor que nunca más volverá. Socorro Venegas es una voz conmovedora, poderosa y bella, precisa. Su libro es una contracción continua para un lector agitado en medio de una infancia desubicada de niños enfermos y ciegos, niños aislados, niños que no son niños. Un vaivén a lo largo de una maternidad negada desde su gestación, de una maternidad que no lo es. Un viaje dentro de una memoria, perdida y lejana, de aquello que una vez fue lo más deseado. Un libro desgarrador, infinito, que nos habla de la música de la soledad, de la risa de la infancia acosada o de la huida de una madre que escapa dejando una cuna durante cualquier noche”.
A través de 19 cuentos, Socorro Venegas lleva al lector por historias que tienen distintos ejes temáticos, uno de ellos es la maternidad.
Tiene que ver con cuestionamientos fuertes e importantes alrededor de lo que significa la maternidad para las mujeres; y lo veo desde una mirada poco romántica, no hay ninguna condescendencia, al contrario me gusta desafiar la idea que tenemos de la maternidad y me pregunto cuántas mujeres más en su fuero interno, se preguntan sobre lo qué viven y sus experiencias, destacó.
Otro tema, aborda las experiencias que pueden convertirnos en sobrevivientes, partiendo de todo aquello que perdemos y que nos convierte en otra persona.
Es hablar sobre esa mutación por la vía de las emociones y del despojo, me interesó explorar esas ausencias que transforman a quienes pierden a alguien o algo. Se trata de personajes que no ven la luz al final del túnel y que están sumidos en una oscuridad desde donde pueden narrar y contar lo que les está pasando, dijo.
Estos cuentos, la autora los escribió a lo largo de distintos años, con la idea de plasmar historias desde momentos malos pero con el objetivo de encontrar una salida positiva.
Si bien son historias que están planteadas desde momentos que pueden resultar oscuros y terribles, también son historias que proponen un tratamiento luminoso, donde lo que vemos es la capacidad infinita que tenemos para sanar y comprender nuestro propio dolor llevándolo más allá y transformándolo en otra experiencia, comentó.
La autora decidió trabajar a partir de cuentos breves, buscando utilizar un lenguaje poético con imágenes, con la idea de transmitir la intensidad de cada historia.
Me importa mucho la intensidad de una historia y para eso el espacio debe ser breve; la intensidad no sólo se consigue a través de un cuento tremendo si no también encontrando justo el punto de vista desde donde esa historia puede leerse a la luz de una perspectiva diferente, finalizó.