Son las 9:00 horas.
El Auditorio está listo para recibir a los estudiantes y al público que vendrá a la presentación del libro “Tres décadas del Cobaem PL-01”. Las flores, los bocadillos y el vino espumoso ya están colocados en su lugar.
El primer Colegio de Bachilleres nació en 1988 como un organismo público descentralizado, con el fin de ofrecer a los estudiantes una formación integral: formativa, propedéutica y de preparación para el trabajo.
Actualmente cuenta con 13 planteles más que se han abierto a través de los años. Sus eslóganes: “Por una juventud culta y productiva”.
Poco a poco ingresaron los maestros que se dieron a la tarea de escribir sus memorias para dejar la huella indeleble de la palabra escrita. “Las palabras se las lleva el viento, si no se escriben”, dice la maestra Gabriela García Soria, coordinadora de este Segundo Anecdotario, además de ser una docente muy comprometida con esta institución y escritora también. Ella recibe al personal con calurosos efusivos y una gran sonrisa llena de emoción.
El libro fue editado y presentado por, Daniel Zetina. En él se hace mención que los textos, además de ser una memoria histórica, son también un homenaje a los hombres y mujeres, jóvenes y adultos que han encendido y que han mantenido la llama de la educación, de las ciencias y de las humanidades en el Cobaem, Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos. Es igualmente un documento histórico que se inscribe en las páginas de la educación pública del estado y sienta una base para que en un futuro las nuevas generaciones publiquen su propio testimonio.
Paradójicamente, fueron sólo 30 personas que atendieron a esta convocatoria en el 30 aniversario. ¿Mística numeraria?
“Lo cotidiano le da sentido a los escenarios en los que se mueven los seres humanos, creando así los deseos que empiezan en lo individual y después los hacen colectivos, viviendo de este modo sus vidas como historias, que crean la existencia humana de lo que son y de lo que serán, dentro de la institución, es decir, dentro de la historia común”
No fue difícil emocionarse con las palabras que se dijeron en este auditorio: Los maestros que siguen con su intensa lucha. Los maestros que ya están jubilados y participaron de igual manera. Se mencionaron a los maestros que ya no están en este plano terrenal y trabajaron arduamente en esta institución. Se mencionaron a los que se han ido del plantel por una u otra razón y también se escucharon las palabras de algunos maestros de las nuevas generaciones.
Tampoco fue difícil pensar en la ironía de las “reformas educativas” que de alguna manera no “entendieron”, o no “apoyaron” el historial académico de muchos de estos maestros de la vieja escuela que algún día se pusieron la camiseta de su escuela con recelo, cariño, orden y disciplina para formar a los hombres y mujeres que requiere nuestro país. Gabriela García escribe al respecto:
“La institución ha pasado por una serie de reformas educativas que han aportado en su tiempo lo que la política educativa demanda. La reforma educativa de 2009 estaba basada en el desarrollo de competencias, es decir, de conocimientos, habilidades, valores y actitudes que se requieren para vivir en esta aldea global.
Actualmente, no solo están involucrados los alumnos, también los profesores son pieza fundamental en la transformación educativa de la institución y en el respeto a la diversidad cultural que existe en nuestra realidad educativa. Para esta reforma algunos maestros han tomado un diplomado basado en competencias con el objetivo de mejorar su actuar en el aula, planear sus clases y optimizar su trabajo académico.
La versatilidad en la labor docente está siendo parte de una necesidad demandada por las futuras generaciones. Actualmente, la reforma educativa que ha transformado en toda la estructura a la educación media superior y sobre todo al PL-01estábasada en el Nuevo Modelo Educativo que ha dejado a la institución con una gran cantidad de maestros nuevos que están participando por obtener horas para iniciar labores académicas en estos nuevos ciclos escolares; y que a la par, ha dejado una huella insustituible con la jubilación de grandes maestros que han adelantado su retiro por la estresante y mal enfocada reforma educativa.
El prestigio de sus inicios se ha ido diluyendo. La planta magisterial está consciente de dicha situación y positivamente ha ido retomando fuerzas y reorganizándose para trabajar colaborativamente por la construcción de un nuevo prestigio.”
“Gracias entonces a: Fermín, Moisés, Gabriela, Celia, Iliana, Arístides, María Elena, Carmen Ruth, Celia Julieta, Ma. Georgina y Lorena. Guillermo, Joaquín, Herminio, Angélica, Catalina, Elba Eloísa, Jorge, Pedro Yasir, Elizabeth y Alicia Téllez. “Gracias a ustedes, dejamos un pedazo de nuestro corazón y la imborrable huella de nuestro paso por este bachiller”, concluyó Gabriela.