Uno de los días más esperados en Tlayca, el el municipio de Jonacatepec, es la celebración a Santa Ana, la patrona de la comunidad, lo cual sucederá el próximo viernes 26 de julio.
Jorge Martínez Urzúa, ayudante municipal de esta comunidad que cuenta con apenas más de 500 habitantes, dio a conocer que en ese día prácticamente se duplica el número de personas debido a la gran cantidad de visitantes, que suelen llegar atraídos por los festejos a la virgen, la cual cuenta con su iglesia de donde sale una procesión durante la celebración.
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“En nuestra comunidad somos muy poquitos, casi puras familias conocidas, y ese día de la celebración a la virgen prácticamente se duplica la cantidad de gente debido a que muchos vienen a visitarnos, algunos que tienen familia en esta misma localidad e incluso vienen a pasar aquí sus vacaciones”, expuso el representante vecinal.
Agregó: “Esta fecha es muy esperada por la gente que tiene algunos negocios, pues se reactivan sus ventas; aquí casi todos somos trabajadores del campo, algunos se dedican a la tierra y otros a la producción de mojarra, pero los que tienen algunos negocios como tiendas y venta de alimentos agradecen porque se reactiva su economía como en ninguna otra fecha del año”.
Asimismo, Martínez Urzúa dijo que esta celebración se une a la que se organiza en honor a Santiago Apóstol un día antes, en la que incluso hay cabalgatas.
“Ambas celebraciones religiosas son benéficas para la población, si bien nuestra patrona es Santa Ana, desde un día antes también festejamos a Santiago Apóstol y eso nos viene a generar mucho movimiento en la comunidad”.
Informó que la iglesia organiza la festividad a Santa Ana con una serie de actividades en las que se incluye una procesión por el pueblo, una feria en el parque que se ubica a un costado y que es uno de los atractivos para la gente que llega de diferentes comunidades cercanas.
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Por último, el ayudante dio a conocer que a diferencia de otros poblados donde todavía se estilan las mayordomías, en su comunidad ya no se lleva a cabo debido a los gastos que enfrentan quienes se encargan de recibir a la población.
“Como llega mucha gente de fuera, los gastos son muy fuertes y eso perjudica al mayordomo, que es el que corre con ellos, por lo que desde hace más de dos décadas cada quien en su casa organiza su celebración, independientemente de la que lleva a cabo la iglesia”, concluyó.
