Equidad de género: acciones, no palabras

Dora Ivonne Rosales Sotelo | El Sol de Cuernavaca

  · miércoles 19 de mayo de 2021

El mundo ha logrado un avance en materia de equidad de género; se ha trabajado fuertemente desde la sociedad por lograr, primero, la visibilización de la disparidad existente entre hombres y mujeres y, segundo, en la creación o corrección de las leyes para que reconozcan y protejan los derechos de nosotras.

Hoy tenemos un centenar de celebraciones que realzan y reconocen el rol de las féminas en los diferentes ámbitos de la sociedad, por ejemplo el 8 de marzo, el Día Naranja, que hace alusión a la no violencia contra las mujeres y las niñas; la celebración del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y el 18 de septiembre, que celebra el Día Internacional de la Igualdad Salarial; son fechas que obligan a reflexionar y hacer un balance sobre el verdadero cumplimiento y respeto de los órdenes social y jurídico en pro del desarrollo profesional y personal de las mujeres.

Pero el tema no se ciñe solamente a las mujeres, se trata de lograr equidad y justicia para todas y todos por igual; la igualdad de género es un derecho humano fundamental y promoverlo es esencial en todos los ámbitos de una sociedad sana, desde la reducción de la pobreza hasta la promoción de la salud, la educación, la protección y el bienestar de las niñas y los niños sin distinción.

Es por ello, que hago un paréntesis a la dinámica cotidiana de este espacio, que el medio de comunicación tan gentil me permite para ejercer mi derecho a la opinión y la libertad de expresión, primero como servidora pública y hoy, en particular, como ciudadana, como mujer y como una persona de principios y valores que día con día doy mi mayor esfuerzo en el desempeño de mis funciones a favor de la sociedad.

En este sentido y como es de conocimiento público, hace unos días, durante la sesión virtual ordinaria del Pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), quienes lo conformar reflexionaron y establecieron una postura sobre la importancia de marcar las bases de una verdadera equidad de género, empezando por no discriminar a las mujeres, no demeritar su papel en el ámbito público y respetar la autonomía de los Institutos de Transparencia. Agradezco las posturas de mis homólogos nacionales y exhorto a todas y todos a hacer lo propio desde nuestras trincheras: alzar la voz y no permitir bajo ninguna circunstancia la violencia.

Féminas y varones, asumimos una responsabilidad como servidores públicos para con la sociedad y este compromiso va más allá de solo cumplir nuestras funciones, implica usar todos los medios a nuestro alcance para procurar una mejora en la calidad de vida de las personas a quienes servimos.

En este sentido, no se trata de hablar sobre lo que haremos en pro de la equidad y en contra de la violencia, se trata de actuar, que sean las acciones y sus resultados quienes pongan en evidencia si realmente nos comprometimos con la causa o si solo rondamos en la demagogia.

Sin duda alguna, el funcionamiento de las instituciones es –al final- lo que marcará un acierto o una descalificación de las decisiones tomadas por quienes nos honramos en dirigirlas, siempre en una rendición de cuentas clara y de cara a la sociedad.

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