"El lugar de los pequeños pedernales" como se le conoce al municipio de Tepalcingo en náhuatl, venera en sus santuarios al Señor de Tepalcingo, cada año hay una feria que reúne a peregrinos de Guerrero, Puebla, Estado de México, Tlaxcala, Michoacán y hasta Veracruz.
Según el centro INAH Morelos, la aparición de su mayor santo ocurrió en el año 1620 en el barrio Santa Cruz, de forma simultánea y milagrosa al igual que otros cristos de la época colonial que hoy siguen conectados por sus fiestas de cuaresma, son los siguientes: el Señor de Chalma, Señor de Sacromonte (Amecameca) y el Señor del Calvario en Mazatepec.
LEE: El secreto de las capillas de Tlayacapan
La veneración al señor de Tepalcingo se dio al concluir la construcción de la Iglesia San Martín, la cual tardó más de 150 años y duró desde 1680 a 1830. En este lugar también se fundó la cofradía del Jesús de Nazareno.
Sobre el Jesús de Tepalcingo
El ritual para pedir un milagro al Jesús consta de varios pasos, ya que hacen largas filas para poder tocarlo como símbolo de sellar la promesa de lo que piden. Además, llevan flores, velas y demás artículos significativos para la ofrenda.