Caminando sobre la avenida Del Tepozteco, rumbo a la zona arqueológica de Tepoztlán, un pequeño local destaca del resto de tiendas de cuarzos y fonditas exhibiendo pequeñas artesanías a las que se les conoce como "chinelines", hechas de barro y pintadas con los trajes típicos de la cultura mexicana.
Se trata del puesto de venta del tallerama de la galería artesanal "Casa Chinelín", un proyecto basado en el apoyo a artesanos de la tercera edad y la difusión del patrimonio cultural del país.
De acuerdo con Emily, la joven encargada del mostrador, cada figura es una pieza artesanal única, elaborada por artesanos morelenses. El taller, agrega, no solo busca preservar las técnicas tradicionales de elaboración, sino también ofrecer una fuente de ingreso digna para quienes han dedicado toda su vida a la alfarería.
Cada pieza tiene un costo de 540 pesos, debido al trabajo que conlleva, porque cada una tarda entre siete y ocho horas en realizarse
Chinelines: Piezas más solicitadas
Entre las piezas más solicitadas están los chinelines que representan a los guerreros mayas, caracterizados por sus grandes penachos y detalles en la nariz, así como los chinelos de Tepoztlán, con su traje negro y blanco; y los de Tlayacapan, cuya vestimenta es blanca y azul.
También hay representaciones de la Catrina, ataviada con el traje típico de Chiapas; y charritas de Jalisco. Además, los artesanos han sabido responder a solicitudes muy especiales de la gente, como la de los fanáticos del piloto mexicano de Fórmula 1 Checo Pérez.
La galería es un espacio creativo fundado por Adriana Huerta, Miguel Ángel Méndez y Adrián Méndez con el objetivo de fusionar los valores del arte popular mexicano y el diseño contemporáneo. Actualmente, el proyecto exporta un importante cantidad de estas piezas a Estados Unidos, donde los chinelines han tenido gran aceptación.
Además de los chinelines, los artesanos también elaboran "magnebrijes", piezas de madera imantadas con figuras que representan especies mexicanas protegidas, como el ajolote.