La Catedral de Cuernavaca es considerada una de las edificaciones más antiguas de la Nueva España y es uno de los atractivos turísticos más importantes en la ciudad por su contenido histórico desde hace cuatro siglos y medio de existencia, así como 30 años de modificaciones constantes.
Para proceder a la construcción del convento de Cuernavaca y la capilla, los franciscanos escogieron cuatro lomas, las más altas de la ciudad, y para emparejar el terreno tomaron piedra y arena cerca de la barranca, hoy llamada de Amanalco, mientras que los soportes de madera para su construcción fueron traídos de Coajomulco. La mano de obra para estos monumentales edificios fue considerada muy amplia, al ser por instrucciones Hernán Cortés primero la construcción de la capilla abierta, coronada de almenas, con la intención de que los indígenas asistieran a los servicios religiosos al aire libre.
Después de la edificación de las capillas abiertas, los frailes emprendieron la construcción de un monasterio cuyo primer objetivo fue servir como misión, ya que Cuernavaca había sido escogida como el centro de una empresa misionera franciscana.
El convento fue el quinto de la orden franciscana y llegó a ser el más importante de la misma, tardó en construirse cuatro años, de 1525 a 1529, tiempo en el que fue construida también la capilla abierta.
Dentro del claustro se encuentran frescos que representan algunos episodios de la vida de San Francisco de Asís, asimismo, existen muchas pinturas de estilo de Romano, además de que en la antigua entrada del claustro cerca de la capilla abierta se sitúa una pintura del papa Inocencio III dando su aprobación a la fundación de la orden franciscana pintada al fresco en tonos ocre, blanco y negro.
Tras la construcción del convento y la capilla abierta, los frailes franciscanos junto con los indígenas de los barrios y pueblos convertidos a la nueva religión católica y ayudados por Fray Toribio de Benavente, iniciaron la edificación de la iglesia de la Asunción dedicada en honor a la Asunción de la Virgen María.
Esta iglesia es la quinta fundación franciscana en México y forma parte de un grupo de construcciones a los que se les conoce como “Los Primeros Monasterios del siglo XVI en las faldas del Popocatépetl”, integrado por varios ex conventos y monasterios de Puebla y Morelos.
Durante el siglo XVIII a este templo se le nombró oficialmente como Catedral de Cuernavaca, que hoy es cobijada por la Diócesis de Cuernavaca; fue declarado en 1994 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y tiene un estilo barroco hecha a base de cantera.
Hasta la fecha han sido ocho obispos de Cuernavaca:
- Don Juan Jesús Posada Ocampo
- Francisco Plancarte y Navarrete
- Manuel Fulcheri y Pietra Santa
- Francisco Uranga y Sáenz
- Francisco González Arias
- Alfonso Espino y Silva
- Sergio Méndez Arceo
- Ramón Castro Castro
La decoración actual de la Catedral se debe a los trabajos de restauración de casi 26 años dirigidos por el obispo Méndez Arceo, contando con la colaboración de Fray Gabriel Chávez de la Mora que junto con un grupo de artistas especializados procedió a realizar los trabajos de remodelación de la iglesia de la Asunción dejando al descubierto valiosos murales de incalculable valor en la pintura colonia, lo cual la convirtió en el santuario más importante de México.
Este importante monumento histórico fue gravemente dañado por el sismo del 19 de septiembre, donde las cúpulas y el área del campanario fueron las que sufrieron las afectaciones más graves teniendo que restringir el paso.
Después del siniestro, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) trabaja en su rehabilitación, en la cual ha casi 11 meses, realiza trabajos de consolidación en grietas de la fachada principal, por lo cual aún no se accede a la Catedral y se efectúan las misas en la capilla al aire libre.
Aunque se esperaba que a finales de año, se pudiera acceder a ella, hasta el momento no se cuenta con un fecha exacta de su apertura, mientras que en la Capilla de la Tercera Orden de San Francisco, que forma parte del complejo catedralicio, se concluyeron los trabajos de restauración, en junio de este año, con la consolidación e inyección de grietas, así como la limpieza externa del templo.
La Catedral de Cuernavaca no sólo representa un monumento arquitectónico de primer orden, es también depositaria y custodia de un tesoro artístico que encarna un ejemplo del sincretismo producto del choque de dos culturas religiosas y del mestizaje que dio origen a una nueva raza.