Considerado uno de los lugares más emblemáticos de Morelos y el país desde su construcción en 1931, y hasta su apertura en 1933, siendo incluso considerada la Capilla Sixtina de Cuernavaca en el sexenio del exgobernador Vicente Estrada Cajigal, el Hotel-Casino de la Selva se convirtió en uno de los atractivos por excelencia de quienes visitaban la ciudad de la Eterna Primavera.
De acuerdo con el historiador Valentín López González Aranda, miembro de cronistas de Cuernavaca, Enrique Río comenzó con el proyecto solicitando al contratista Manuel Suárez Suárez realizar la obra que, en 1934, James N. Crofton le compró a Del Río
El concepto del inmueble creado por el constructor e ingeniero Félix Candela se elaboró bajo el concepto de casino, pues en esos tiempos las casas de juegos estaban prohibidas en Estados Unidos, convirtiéndose en una oportunidad para fomentar el turismo internacional en el estado.
Experiencia única
El hotel recibía a todo aquel curioso con una pequeña glorieta con una fuente que tenía una esfera que representaba el mundo; más adelante, un camellón que a los costados tenía los pabellones de España y México que sumaban un total de 48 habitaciones.
Al fondo se encontraba el edificio principal donde se ubicaba la recepción y el restaurante conocido como “de los relojes”; la imagen de éste último fue ocupada para membretar los documentos oficiales del hotel considerándolo así como su escudo.
Asimismo, se encontraba un salón de juegos con un bar y un comedor; la parte trasera, en el pabellón Lomas, albergaba otras 20 habitaciones.
De acuerdo con el cronista e historiador Juan José Landa, entrar al hotel era mágico, pues se trataba de un recinto muy grande. Este lugar fue un punto de encuentro entre personajes de la farándula y políticos, pues cualquiera podía acceder al hotel. Otro de los atractivos más importantes del hotel fue el acervo cultural, pues además de tener esculturas de mujeres en tamaño real, también contaba con un archivo completo de la editorial Quesada Brandi pues era el mismo dueño, recordemos qué esta casa editorial solo imprimía libros de super lujo.
Era tan increíble que el Hotel Casino de la Selva merecía que se salvara, mencionó Juan José.
Pierden inmueble histórico
En 1994 el Casino de la Selva fue vendido al grupo Sidec/Situr para realizar un complejo turístico; sin embargo, con la crisis del nuevo siglo, la propiedad terminó en el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) y en 2001 fue rematado por el fideicomiso liquidador por 63 millones de dólares durante la administración de Vicente Fox Quezada.
Ese año el grupo trasnacional Costco adquirió el inmueble por sólo el 23 por ciento de su valor; es decir, en 10 millones de dólares. Para entonces se anunció que el predio albergaría dos tiendas de autoservicio: Costco y Comercial Mexicana.
Durante el anuncio de una nueva tienda departamental y bajo la premisa de “creación de nuevos empleos”, los más de 6 mil comerciantes pertenecientes al Mercado Adolfo López Mateos también resultaron afectados. Ante esto un grupo de activistas decidió crear el Frente Cívico en Pro de la Defensa del Casino de la Selva, quienes a partir de 2001 comenzaron la defensa del predio.
La resistencia civil convocó a marchas y protestas entre las que participaron alrededor de 3 mil personas, sin embargo, todos los esfuerzos fueron en vano.
Los detenidos
Flora Guerrero, directora de Guardianes de los Árboles e integrante del Frente Cívico en Pro de la Defensa del Casino de la Selva, explicó que fueron cerca de 33 participantes llevados a la Procuraduría General de Justicia para posteriormente arrestarlos durante 10 días en el penal de Atlacholoaya.
“Estaban en una de las puertas principales laterales del casino la entrada frente a casa blanca, estábamos en guardia cuando llegaron unos tipos con motosierras queriendo talar los árboles, fue ahí cuando llamaron a toda la gente que se concentró tanto que se taponeó la avenida y lo consideraron como un bloqueo vial”, declaró.
Pese a que los dejaron salir bajo fianza, las acusaciones ilegítimas continuaron durante dos años después de su libertad, “fue una vergüenza el comportamiento de las autoridades gobernador y presidente municipal”, protestó Flora Guerrero.
A más de dos décadas de distancia, el Frente Cívico sigue siendo recordado; no solo por el valor cultural e histórico que representó para nuestro estado, sino por la lucha de los ideales “nos dejó la toma de conciencia para defender en un futuro los patrimonios históricos y culturales”, explicó Flora Guerrero, el valor de luchar por lo que corresponde al estado, así como la unión de cientos de académicos que luchan por el derecho ambiental y cultural.
En el marco de la celebración de los 20 años de la represión una de los miembros importantes del movimiento en defensa del ex Casino de la Selva, María Alicia Dorantes Camacho, realizó un trabajo de investigación para obtener el grado de doctora llamado: “La Cuauhnáhuac prehispánica, vínculos externos, patrones de asentamiento, enlaces estilísticos y rutas de cambio”.
