18 de enero 2021
Recuerdo que, en 1998 cuando realizaba mis primeras salidas al campo, fui al Cañón de Lobos (CL) a colectar especialmente a la selva baja caducifolia (SBC) de Morelos, dentro del Proyecto Florístico-Ecológico de Morelos de la UAEM. Gustavo Soria se tituló en 1978 con el proyecto acerca de la flora de dicho lugar. Él trabajaba con Rafael Monroy, líder de ese grupo, quienes representaban a una de las primeras iniciativas sistemáticas para conocer las condiciones naturales de este tipo de vegetación.
El CL básicamente es una cañada que incluye dos municipios: Jiutepec (al Norte) y Yautepec. Sí, la SBC domina la zona, con especies arbóreas como el guayacán (Conzattia multiflora), el amate amarillo (Ficus cotinifolia) y algunas especies de Leucaena (L. esculenta y L. pallida, guajes rojos). Escénicamente, el CL se transformó mucho en la época del ex-gobernador Lauro Ortega (en 1990), cuando se incluyó un carril en el fondo derecho, rumbo al Sur (Cuautla), pero sigue siendo interesante y bello escénicamente, sin embargo, obviamente lo era más en el pasado. Particularmente porque -después de Cuernavaca- por esa parte de Morelos, representaba el primer lugar montañoso y natural, al final del Texcal. Es decir, en el CL actualmente (para mucha gente) empieza realmente la SBC y la bajada de Cuernavaca (especialmente para la Sierra Montenegro). Por lo tanto, toda esta región es un posible tránsito para algunos grupos biológicas como las aves y especies de plantas (representando un cierto tipo de stepping-stone de SBC, de Morelos).
Es posible que el nombre Lobos lo lleva este lugar por -aparentemente- la idea de que existían muchos asaltos en este lugar, más que por cierta característica de la fauna de este sitio; también, es muy probable que el nombre tenga que ver con el hecho de que existían coyotes en el área. El CL han sido -históricamente- sujeto a una gran cantidad de leyendas como el de una mujer: “La Dama de blanco” que en la noche camina por la carretera. También se dice que “los plateados” (un grupo de personas) guardaban mucha plata en un lugar de la zona muy cerrada de ahí, por su exuberante vegetación. Por historias como éstas, pero más por su vegetación, esta zona ha sido muy visitada. Por ejemplo, botánicos (especialmente de la ciudad de México) han visitado el CL, y, por lo tanto, aparentemente existe un amplio conocimiento biológico del sitio.
Como un humilde recuerdo a esa zona, del Maestro Soria y en general, trabajo de todos en el Proyecto Florístico-ecológico es que iniciamos los estudios florísticos de leguminosas (Fabaceae) de la zona. Ahí se han reportado 80 especies de este grupo, incluidas en 43 géneros, siendo Senna (con 8) el que presenta el mayor número de especies en el CL. Se han encontrado especies muy interesantes de leguminosas y algunos nuevos reportes para el área. Por ejemplo, hay un cierto tipo de “bosque” con una especie muy bella de Harpalyce como especie arbórea dominante, siendo muy rara su gran abundancia; en ninguna otra región de Morelos he visto esta condición.
Es importante mencionar que los pobladores del CL lo han conservado, en términos generales. Pero lo que se sigue devastando, es el área natural protegida (ANP) de Sierra Montenegro, a la cual pertenece el CL. Es decir, esta ANP básicamente es una reserva estatal de papel; si no hay trabajo, seguirá siendo inútil. Un grupo de ejidatarios en la región, están muy interesados en realmente trabajar en la conservación para el bien de ellos y ellas, pero, sobre todo, para el bien de sus hijos; realmente esperamos que esto se consolide.