Bajo resguardo, las memorias del general

El hogar de la familia Castro Zapata conserva algunas preferencias del Caudillo del Sur, entre ellas el sable con el que aparece en fotografías de la época

Emmanuel Ruiz | El Sol de Cuautla

  · lunes 11 de abril de 2022

El general Emiliano Zapata buscó que sus objetos fueron apreciados por la gente. / El Sol de Cuernavaca

La casa de la familia Castro Zapata, en Cuautla, podrá verse como cualquier otra desde la calle: afuera, nada indica que sus interiores sean habitados por una de las líneas de descendencia del Caudillo del Sur, la de su hijo Mateo Emiliano Zapata Pérez, nacido en 1917, dos años antes de la muerte del Caudillo; ni que, inmediatamente al entrar, uno se tope con algunos de los objetos que el líder revolucionario llegó a utilizar en vida.

“Teníamos más objetos, pero mi abuelo los fue donando a los museos de Morelos. Actualmente conservamos el sable, las espuelas, una fotografía de la época, una mesa de la época, una montura y la Winchester 30-30”, explica Édgar Castro Zapata, bisnieto del general y nieto de Mateo, y quien actualmente preside la Fundación Zapata, avocada a la preservación de la memoria revolucionaria.

La montura y el arma no están hoy aquí, sino en una exposición itinerante que, durante los próximos días, recorrerá el Estado de México y Puebla, como parte de las conmemoraciones del 103 aniversario luctuoso del Caudillo del Sur, asesinado el 10 de abril de 1919 en la Hacienda de Chinameca, en Ayala, Morelos.

“A mi abuelo le interesaba que no tuviéramos los objetos en resguardo, sino que la gente pudiera apreciarlos, y por eso fue muy dadivoso. Donó muchos objetos, muchas fotografías, porque él era así: prefería que estuvieran en los museos. Le interesaba mucho la difusión”, agrega Édgar, quien, ya en su juventud temprana, atraído por los mitos que se tejían alrededor de la figura de su bisabuelo, había decidido convertirse en historiador.


Las reliquias

Sobre la mesa, de madera fina y patas grabadas en forma de garras de águila que sostienen esferas de cristal, están el sable y las espuelas, así como tres balas de cañón de distintos tamaños. Édgar sostiene las esferas de hierro como seguramente en algún momento lo hizo su bisabuelo.

Estos objetos pasaron a manos de Mateo Zapata cuando Maurilio Mejía, sobrino del Caudillo, quien había cuidado de ellos tras su asesinato, se los entregó a la familia.

Originalmente, la colección incluía varias botonaduras de plata, monturas y la máquina de escribir con la que se hicieron las primeras copias del Plan de Ayala, reliquias que fueron donadas a varios museos, entre ellos el Museo de Oriente “Casa de Morelos”, ubicado en el Centro Histórico, donde se encuentra una exposición permanente dedicada a la lucha revolucionaria de Zapata.

La mesa con patas de águila, es uno de los objetos más valorados de la colección. / Gude Servín | El Sol de Cuautla

El sable

Uno de las reliquias más atesoradas por la familia Castro Zapata, sobre la que incluso ha recibido ofertas de casas de subasta, es el sable, que encontramos dentro de la funda hasta que su bisnieto lo toma entre las manos y lo desenvaina en una solemne escena. El contacto de los metales produce un chillido seco, que en otra época pudo haber precedido instantes sangrientos de la lucha revolucionaria.

“Es el sable con el que aparece mi bisabuelo en las fotografías tomadas en el Hotel Moctezuma, en Cuernavaca, en el año 1911”, explica Édgar.

Si uno escribe las palabras Zapata sable en el buscador de Google, la primera imagen que aparece es una de esas fotos. Con la mano izquierda en la empuñadura y la derecha en su rifle Winchester, Zapata, de pie, aparece mirando ligeramente hacia la izquierda de la cámara, lo mismo que los hombres que están a sus espaldas.

El 26 de mayo, el Caudillo llegó a Cuernavaca acompañado por cinco mil hombres de infantería y caballería, después de vencer al Ejército Quinto de Oros, regimiento de federales, en Cuautla. Al establecerse en el Hotel Moctezuma, lo hizo su cuartel.

La familia también cuenta con las espuelas del héroe revolucionario, que se encuentran en perfecto estado. / Gude Servín | El Sol de Cuernavaca


“No queremos despertar otras cosas, pero creo que son invaluables dice Castro”, acerca de las reliquias, negándose a revelar públicamente las sumas que le han ofrecido las casas de subasta.

De todas las fotografías y retratos que Zapata se hizo en vida, la preferida de su bisnieto es la que guarda en su sala, donde aparece enfundado en un traje sastre y una corbata clara con puntos amarillos. Era el año 1911 y Zapata tenía 32 años. Al momento de ser retratado no vestía traje ni usaba corbata, pero quiso que el autor lo plasmara así, acaso impulsado por un aire de elegancia. Las desconocidas razones por las que el guerrillero quiso que su rostro se montara a un traje dotan a este retrato de un cariz especial. Junto con el sable, esta es la otra pieza que las casas de subasta han querido comprar.

El valor de los objetos revolucionarios

En tiendas en línea, como Mercado Libre, algunos usuarios han puesto a la venta piezas revolucionarias, no pertenecientes a Zapata, cuyo valor rebasa los 10 mil pesos. Es el caso de un supuesto sable de caballería de la Revolución Mexicana, que está a la venta por un valor de 15 mil pesos, aunque su descripción no establece si cuenta con certificado de autenticidad.

La montura forma parte de una exposición itinerante que visitará Puebla y Edomex. / Gude Servín | El Sol de Cuautla.





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