Ante la crisis que enfrentan los artesanos cuautlenses cuyo padrón se redujo de 60 a 30 en los últimos cinco años, la titular de la Secretaría de Cultura de Morelos, Montserrat Orellana Colmenares anunció la reestructuración de programas estratégicos para generar economías solidarias que beneficien a este sector, que se encuentra al borde de la extinción.

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La situación fue expuesta por asociación civil Artesanos Morelenses Cuauhtlán A.C., que ha registrado la disminución en el número de artesanos activos desde 2018, debido, principalmente, a la caída en las ventas y la competencia de productos industrializados, lo que amenaza la supervivencia de las tradiciones artesanales de la región.

"Vamos a trabajar con todos y todas las maestras y maestros artesanos, es nuestro interés. Ahorita estamos reestructurando justamente algunos programas estratégicos que se van a trabajar con ellos", dijo la funcionaria estatal.

En Cuautla, la crisis se ha agudizado por la falta de espacios adecuados para la comercialización. En el Centro Histórico, específicamente en la antigua estación del ferrocarril interoceánico, los vendedores cuentan con módulos para ofrecer artesanías, pero el costo de estos espacios resultó prohibitivo para muchos de ellos, llevándolos a abandonar su oficio.

La problemática, según han expuesto miembros de la asociación civil, se agrava por la competencia contra productos industrializados y souvenirs.

"El arte popular, además de la manifestación artística que nos conecta con la identidad y con nuestras raíces, también es una expresión que tiene un mercado y un nicho en la economía", explicó la Secretaria de Cultura, quien agregó que el objetivo de la nueva estrategia de apoyo a las manos artesanas es desarrollar este potencial desde una visión solidaria y de bienestar comunitario.