Disfrutan decenas de los Condenados, en el Ocampo

Es una adaptación de la obra Malditos, de Wilberto Cantón,la cual se estrenó en 1958 en el Teatro Degollado de Guadalajara

Maritza Cuevas

  · lunes 19 de agosto de 2019

Mario Alberto Aguirre, Jesús Quintero, Sally Villa Figueroa y Roberto Santiago/ Fotos Maritza Cuevas

Para celebrar el séptimo aniversario del Studio de Actuación de Cuernavaca Mario Alberto Aguirre, se presentó la obra teatral “Condenados” como parte del tradicional martes de teatro.

Jóvenes y adultos se dieron cita en el Ocampo para disfrutar de la grandiosa puesta en escena, producida y dirigida por el actor Mario Alberto Aguirre, quien se ha caracterizado por formar diversas generaciones de actores en Morelos y presentar montajes de gran calidad.

“Condenados”, es una adaptación de la obra “Malditos” de Wilberto Cantón, la cual se estrenó en 1958 en el Teatro Degollado de Guadalajara, ya que fue prohibida en la Ciudad de México por se considera como “inmoral”.

Fue hasta 1967 cuando por fin pudo estrenarse en la capital en el Teatro Virginia Fábregas, bajo la dirección de Rafael Banquells. En 1970, fue acreedora al premio del Primer Festival de Teatro Latino de la Asociación de Críticos en Nueva York.

La obra plantea principalmente el desenfreno, el afán de pertenecer a un núcleo, el abandono de los padres, el odio entre hermanos y las consecuencias de vivir tan aceleradamente de un grupo de jóvenes.

El Chispas” y sus amigos, suelen llevar una vida alivianada y ligera, donde la fiesta y el desenfreno son parte de su día a día; ellos tienen el gran sueño de cruzar la frontera y llegar a Estados Unidos, con la idea de cambiar y mejorar sus vidas, por lo que harán lo imposible por lograrlo.

Uno de los mensajes más importantes de la obra para el público, es reflejar los problemas que surgen por la poca comunicación y confianza entre padres e hijos, además de la falta de atención por querer brindarles una vida mejor.

Los presentes disfrutaron la puesta en escena, despidiendo a los actores de pie y con una ola de aplausos, reconociendo el gran talento.

Fue prohibida en la Ciudad de México porque se considera como “inmoral”, fue hasta 1967 cuando por fin pudo estrenarse en la capital y en 1970 fue acreedora al premio del Primer Festival de Teatro Latino en Nueva York