/ miércoles 3 de julio de 2019

Yo tengo otros datos

Carlos Félix

Al Presidente López Obrador le gusta mucho celebrar sus victorias y sus logros. Lo ha venido haciendo cada tanto desde su histórico triunfo hace un año. Y más de allá de la polémica de si era o no obligatoria la cadena nacional desde el lugar de sus éxitos, el zócalo de la Ciudad de México, está claro que cayó en la tentación de los gobernantes en turno: el autoelogio. Es válido que quisiera destacar lo positivo de su mandato de 7 meses, pero pecó de lo mismo que tanto critica a sus antecesores: cifras, hechos y acciones que no coinciden del todo con la terca realidad. Fueron en su arenga 85 minutos de alabanzas y 14 segundos de autocrítica. Pintó un país muy diferente al que día a día vivimos y sufrimos. Si alguna vez fustigó que Chente vivía en Foxilandia y EPN nos llevó al despeñadero, el PG dice que “vamos requete bien”. Dice haber cumplido 78 de sus 100 compromisos de campaña. Yo tengo otros datos.

Desde su Toma de Posesión (a la que no le importó invitar a Nicolás Maduro, dictador de Venezuela) el “me canso ganso” sonó como una versión recargada de su ya célebre “al diablo las instituciones”. En aras de terminar con el fenómeno del huachicol cerró ductos de Pemex y provocó desabasto. Hubo pérdidas por 25 mil millones de pesos y le costó la vida a 132 personas por la explosión en el municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, No cumplió con que no habría más gasolinazos, culpó a los concesionarios y hoy el litro de gasolina cuesta 2 pesos más que cuando llegó. Compró pipas sin licitación que no cumplen las mínimas especificaciones y ofreció sueldos de 30 mil pesos a choferes, mientras profesionistas son desplazados por personas cercanas sin perfil ni preparación, pero buena gente. ¿Barlett en la CFE? ¿Un ingeniero agrónomo en Pemex? ¿Un optometrista, Francisco Garduño Yánez en el Instituto Nacional de Migración (INM)? ¿Un stripper en Conacyt?

Ha realizado despidos masivos e injustos a servidores públicos capacitados y confiables, torciendo la ley para acomodar a incondicionales. Hay miles de funcionarios cesados sin liquidación, sin estudio previo, sin justicia laboral. En aras de una malentendida austeridad y para financiar el populismo, ha desmantelado diversas instituciones, dándole la espalda al futuro al quitarle recursos a ciencia, tecnología, artes y cultura, promoción económica y turística, deporte y energías limpias. Todo para alimentar el clientelismo de la 4T. Sus mañaneras han acendrado una gravísima división social y provocado una fractura en la unidad nacional, hoy decantada por él, al marcar las diferencias, en sus propias palabras, entre chairos y fifís.

Ha organizado consultas “gansito” a modo e ilegales para cumplir sus caprichos. Canceló la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) con una pérdida económica de 160 mil millones de pesos. Somos el único país que paga por no tener aeropuerto. Aprobó el Tren Maya, sin viabilidad financiera ni estudios de impacto ambiental. Y su necedad, pese a todas las voces de expertos, peritos y conocedores, lo lleva a construir la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, su tierra, donde le condonó miles de millones de pesos a deudores de energía eléctrica. Sobre la termoeléctrica de Huexca, ha dicho “Si va, pero no queremos atropellar a nadie, vamos por la vía legal”. A ver si es cierto.

Promoviendo el “abrazos, no balazos”, permitió el bloqueo de vías férreas en Michoacán, por parte de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE; se paralizaron millones de toneladas de carga con un detrimento económico por 22 mil millones de pesos. Terminó cediendo, les pagó lo que quisieron (6 mil millones más) y regaló 5 mil plazas, vía el chantaje y la extorsión de los radicales. Parchó la Reforma Educativa y según su estado de ánimo perdona o sentencia al pueblo bueno y sabio, aunque linche en las calles y en las benditas redes sociales a sus enemigos, todos, parte de la mafia del poder.

Ha afectado a las familias más vulnerables del país, cancelando recursos a estancias infantiles, albergues para

víctimas de la violencia y centros de salud, que se quedaron sin presupuesto, especialistas y medicamentos. Después de 25 años de estabilidad laboral regresaron las huelgas, como las de las maquiladoras en Tamaulipas; se van las empresas y se pierden empleos. Por cierto, es falso que como presumió, se hayan creado 300 mil empleos en lo que va de su mandato. Inegi marca un desempleo del 88% Pero ni se atrevan a contradecirlo, pues menosprecia la macroeconomía, las calificadoras y a quien no esté de acuerdo con él.

Ha tomado como deporte favorito (además del béisbol) atacar a la Corte, a jueces, organismos autónomos, intelectuales y periodistas. Preocupante, la persecución y estigmatización de comunicadores. Y la postura de Notimex, de censor o su menosprecio por los medios públicos. Otra incongruencia: el Senado le acaba de aprobar una partida secreta, recurso discrecional por el que también satanizó a Carlos Salinas de Gortari “el innombrable”, al que efectivamente ya no menciona porque no es de rencores ni venganzas, Son más de 6 mil muertos (94 asesinatos al día) y el tema de la seguridad sigue siendo su principal pendiente y la mayor preocupación y demanda de la sociedad. A ver si se logra algo con la Guardia Nacional. Pero en su informe, ni un párrafo sobre ejecuciones, secuestros o derecho de piso.

En el plano internacional, no fue a la reunión del G-20 porque está muy ocupado. Tenemos una bajísima calificación crediticita, producto de la desconfianza de la comunidad internacional, aunque AMLO llegó a un millón de seguidores en YouTube. En el tema de Trump, carísima nos salió su “negociación”, pues aunque por el momento se evitó al pago de aranceles, se gesta una crisis migratoria y humanitaria al ceder en todo lo que el presidente gringo exigió. Y por si fuera poco, eso le ayuda para sus aspiraciones de ser reelecto por 4 años más en la Casa Blanca. ¡Oh, my God!

Y una muestra de que no es unánime el aplauso de los que a todo le dicen que si a mano alzada, fue la serie de movilizaciones en diversos estados, para hacerle saber que no están de acuerdo con su forma de gobernar, con las medidas que ha tomado y los excesos en los que ha incurrido. Ahí estuvo La Marcha de los Chalecos Amarillos en la capital del país y otra que se llevó a cabo en Morelos. Por cierto que al AMLOFest acudieron el gobernador y Cuauhtémoc Blanco. Y quedó registrada la rechifla que él y Sanz se llevaron por parte de “la banda”, su nicho natural. Lo menos que les dijeron, además de “¡fuera, fuera!” fue “¡Pónganse a trabajar!”

Me parece que el escritor Juan Villoro tiene toda la razón cuando dijo: “Las estadísticas se parecen demasiado a la frase letal de las parejas: "Tenemos que hablar". Aunque se hable todos los días, la declarada voluntad de hacerlo implica que se dirán cosas horribles. Así pasa con los datos. Están por todas partes, pero horrorizan al crear estadística”.

Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.

Comentarios: cfelix7@hotmail.com

Twitter: @CarlosFelix1

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