/ miércoles 4 de diciembre de 2024

Vamos adelante / Trump amenaza con aplicar altos aranceles a México

No ha tomado aún posesión de su cargo –lo hará hasta el 20 de enero del año próximo— y el republicano vencedor en las recientes elecciones en EU, Donald Trump, ya lanzó amenazas a México, principalmente la de imponer aranceles a los productos mexicanos si no se detiene la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo, que destruye a sus jóvenes.

El gobierno mexicano formuló varias aclaraciones de inmediato, sobre todo describió el daño que tales aranceles podrían causar no solo a México, sino a diversas empresas automotrices de EU asentadas en nuestro país desde hace casi un siglo –Ford, General Motors, etc—además de que la inflación se elevaría de inmediato en EU, porque los vehículos exportados por dichas empresas aumentarían de precio. Al reducirse la demanda, se generaría una pérdida general de empleos en ambos países. Esto es relevante, sobre todo porque ya de por sí existe una elevada inflación que afecta a la economía de ese país, la más grande del mundo.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha documentado los posibles daños. El debate ha tenido lugar en los principales medios de comunicación de nuestro país, donde se han expresado las corrientes progresistas y nacionalistas, pero más aún de los personajes activos de la derecha –Lily Téllez, Marko Cortés, Ricardo Anaya, Gabriel Quadri— quienes se han distinguido por su actitud entreguista y antinacional.

La conversación entre ambos dirigentes tuvo lugar el 27 de noviembre. Claudia Sheinbaum tomó el teléfono y habló con el presidente electo Trump. Al día siguiente la mandataria mexicana expuso su versión de ese diálogo. Dio a conocer al republicano la posición relativa a la migración: México tiene –le expresó-- una política de tratamiento permanente a las causas que generan el fenómeno migratorio.

México apoya activamente a Guatemala, Honduras y El Salvador con varias inversiones, principalmente con los programas “Sembrando Vida” y “Jóvenes construyendo el futuro”, que han servido para detener un poco el flujo migratorio de esos países. En este contexto, la presidenta mexicana le pidió que levantara el bloqueo a Cuba y a Venezuela, porque esa política ha dañado mucho a esos países y genera gran número de migrantes.

También le informó que la actual caravana de migrantes no va a llegar a la frontera sur de EU, porque México está aplicando una política humanista de otorgar empleo a una parte de ellos; dar alojamiento temporal a otra y enviar a quienes lo deseen de regreso a sus países de origen, todo ello dentro del respeto a sus derechos humanos. En general, le expuso la política para atender la gran corriente migratoria hacia el norte del continente.

Asimismo, aclaró que la política de México no es la de “cerrar fronteras”, sino abrir puentes para la comprensión entre los pueblos. Los costos de los mencionados operativos los está asumiendo el gobierno mexicano. El presidente electo Donald Trump mostró interés en estos temas, y reconoció el esfuerzo del gobierno de nuestro país.

Más adelante, la conversación versó sobre el narcotráfico y el consumo de fentanilo. Trump se interesó vivamente, y preguntó sobre el consumo de esta sustancia en México. La presidenta le explicó que existe, pero es muy bajo, porque las familias mexicanas son muy solidarias y apoyan a sus jóvenes. Además –informó—el gobierno mexicano emprendió una campaña masiva para prevenir a los jóvenes, que lleva por nombre “El fentanilo mata”. Por cierto, Donald Trump afirmó que cuando tome posesión del cargo, lanzará una campaña similar.

(El fentanilo, por lo demás, es una adicción de la juventud de ese país, causada principalmente por una campaña de las farmacéuticas a favor del consumo de esas sustancias. Y también por la falta de visión de la clase dominante, que no ha aplicado una política adecuada hacia los consumidores).

La mandataria mexicana le reclamó también la venta de armas en EU a los grupos criminales, y aportó cifras al respecto. Le manifestó que es irónico que el gobierno de su país quiere luchar contra el tráfico de fentanilo, mientras permite el fortalecimiento de dichos grupos facilitándoles adquirir el armamento más moderno de su arsenal.

La presidenta expuso la política mexicana en tono correcto y medido, pero firme. Sobre todo, hizo énfasis especial en el respeto a la soberanía de nuestro país, que debe ser prioritario en los diversos asuntos que atañen a la relación bilateral. (Por cierto: en medios europeos han elogiado mucho la postura de la mandataria mexicana, y la han calificado como “un modelo de diplomacia” respecto al tipo de negociaciones de líderes europeos con EU).

Al final, dijo que no trataron el tema de los aranceles, porque no procedía. La aplicación de aranceles era una amenaza de Trump a México en el caso de que no hubiera acuerdo en los temas referidos. Finalmente señaló que en adelante habrá buena relación y ambos mandatarios volverán a encontrarse de nuevo.

La conversación fue del agrado de Trump. El futuro presidente de EU expresó que la “conversación había sido muy productiva” en un video que publicó en sus redes. En general, los sectores más intransigentes del trumpismo se aplacaron un poco. Quedan en el aire diversas cuestiones:

-\u0009¿Qué va a pasar con los migrantes mexicanos que trabajan en EU de manera no documentada? La amenaza de Trump es expulsar a millones de ellos. México ha mostrado con datos el beneficio que nuestros migrantes hacen a la economía de EU. El diálogo es la única vía para disuadirlo de los daños que generaría a su economía.

-\u0009Porque el gobierno de EU no ha entendido cabalmente que el T-MEC es el corazón de un tratado regional que convierte a los 3 países en un solo bloque comercial, diferenciado de los demás bloques: Unión Europea, China y sus aliados, los BRICS, etc.

-\u0009El gobierno de EU pretende hoy aplicar sanciones arancelarias a los países con quienes más relación comercial tiene: México, China y Canadá aportan cerca de la mitad de los productos que consume la voraz economía de EU, desde alimentos hasta equipos, maquinaria y herramientas, pasando por vehículos y manifacturas. La inflación sería inmediata, y podría llegar a ser muy elevada, desatando el descontento de una población dividida.

-\u0009Por lo anterior, siempre debemos estar preparados y alertas. Por su historia y su geografía, México es vecino de la potencia económica y militar más grande en la historia moderna. Es necesario cerrar filas ante lo que se avecina.

No ha tomado aún posesión de su cargo –lo hará hasta el 20 de enero del año próximo— y el republicano vencedor en las recientes elecciones en EU, Donald Trump, ya lanzó amenazas a México, principalmente la de imponer aranceles a los productos mexicanos si no se detiene la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo, que destruye a sus jóvenes.

El gobierno mexicano formuló varias aclaraciones de inmediato, sobre todo describió el daño que tales aranceles podrían causar no solo a México, sino a diversas empresas automotrices de EU asentadas en nuestro país desde hace casi un siglo –Ford, General Motors, etc—además de que la inflación se elevaría de inmediato en EU, porque los vehículos exportados por dichas empresas aumentarían de precio. Al reducirse la demanda, se generaría una pérdida general de empleos en ambos países. Esto es relevante, sobre todo porque ya de por sí existe una elevada inflación que afecta a la economía de ese país, la más grande del mundo.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha documentado los posibles daños. El debate ha tenido lugar en los principales medios de comunicación de nuestro país, donde se han expresado las corrientes progresistas y nacionalistas, pero más aún de los personajes activos de la derecha –Lily Téllez, Marko Cortés, Ricardo Anaya, Gabriel Quadri— quienes se han distinguido por su actitud entreguista y antinacional.

La conversación entre ambos dirigentes tuvo lugar el 27 de noviembre. Claudia Sheinbaum tomó el teléfono y habló con el presidente electo Trump. Al día siguiente la mandataria mexicana expuso su versión de ese diálogo. Dio a conocer al republicano la posición relativa a la migración: México tiene –le expresó-- una política de tratamiento permanente a las causas que generan el fenómeno migratorio.

México apoya activamente a Guatemala, Honduras y El Salvador con varias inversiones, principalmente con los programas “Sembrando Vida” y “Jóvenes construyendo el futuro”, que han servido para detener un poco el flujo migratorio de esos países. En este contexto, la presidenta mexicana le pidió que levantara el bloqueo a Cuba y a Venezuela, porque esa política ha dañado mucho a esos países y genera gran número de migrantes.

También le informó que la actual caravana de migrantes no va a llegar a la frontera sur de EU, porque México está aplicando una política humanista de otorgar empleo a una parte de ellos; dar alojamiento temporal a otra y enviar a quienes lo deseen de regreso a sus países de origen, todo ello dentro del respeto a sus derechos humanos. En general, le expuso la política para atender la gran corriente migratoria hacia el norte del continente.

Asimismo, aclaró que la política de México no es la de “cerrar fronteras”, sino abrir puentes para la comprensión entre los pueblos. Los costos de los mencionados operativos los está asumiendo el gobierno mexicano. El presidente electo Donald Trump mostró interés en estos temas, y reconoció el esfuerzo del gobierno de nuestro país.

Más adelante, la conversación versó sobre el narcotráfico y el consumo de fentanilo. Trump se interesó vivamente, y preguntó sobre el consumo de esta sustancia en México. La presidenta le explicó que existe, pero es muy bajo, porque las familias mexicanas son muy solidarias y apoyan a sus jóvenes. Además –informó—el gobierno mexicano emprendió una campaña masiva para prevenir a los jóvenes, que lleva por nombre “El fentanilo mata”. Por cierto, Donald Trump afirmó que cuando tome posesión del cargo, lanzará una campaña similar.

(El fentanilo, por lo demás, es una adicción de la juventud de ese país, causada principalmente por una campaña de las farmacéuticas a favor del consumo de esas sustancias. Y también por la falta de visión de la clase dominante, que no ha aplicado una política adecuada hacia los consumidores).

La mandataria mexicana le reclamó también la venta de armas en EU a los grupos criminales, y aportó cifras al respecto. Le manifestó que es irónico que el gobierno de su país quiere luchar contra el tráfico de fentanilo, mientras permite el fortalecimiento de dichos grupos facilitándoles adquirir el armamento más moderno de su arsenal.

La presidenta expuso la política mexicana en tono correcto y medido, pero firme. Sobre todo, hizo énfasis especial en el respeto a la soberanía de nuestro país, que debe ser prioritario en los diversos asuntos que atañen a la relación bilateral. (Por cierto: en medios europeos han elogiado mucho la postura de la mandataria mexicana, y la han calificado como “un modelo de diplomacia” respecto al tipo de negociaciones de líderes europeos con EU).

Al final, dijo que no trataron el tema de los aranceles, porque no procedía. La aplicación de aranceles era una amenaza de Trump a México en el caso de que no hubiera acuerdo en los temas referidos. Finalmente señaló que en adelante habrá buena relación y ambos mandatarios volverán a encontrarse de nuevo.

La conversación fue del agrado de Trump. El futuro presidente de EU expresó que la “conversación había sido muy productiva” en un video que publicó en sus redes. En general, los sectores más intransigentes del trumpismo se aplacaron un poco. Quedan en el aire diversas cuestiones:

-\u0009¿Qué va a pasar con los migrantes mexicanos que trabajan en EU de manera no documentada? La amenaza de Trump es expulsar a millones de ellos. México ha mostrado con datos el beneficio que nuestros migrantes hacen a la economía de EU. El diálogo es la única vía para disuadirlo de los daños que generaría a su economía.

-\u0009Porque el gobierno de EU no ha entendido cabalmente que el T-MEC es el corazón de un tratado regional que convierte a los 3 países en un solo bloque comercial, diferenciado de los demás bloques: Unión Europea, China y sus aliados, los BRICS, etc.

-\u0009El gobierno de EU pretende hoy aplicar sanciones arancelarias a los países con quienes más relación comercial tiene: México, China y Canadá aportan cerca de la mitad de los productos que consume la voraz economía de EU, desde alimentos hasta equipos, maquinaria y herramientas, pasando por vehículos y manifacturas. La inflación sería inmediata, y podría llegar a ser muy elevada, desatando el descontento de una población dividida.

-\u0009Por lo anterior, siempre debemos estar preparados y alertas. Por su historia y su geografía, México es vecino de la potencia económica y militar más grande en la historia moderna. Es necesario cerrar filas ante lo que se avecina.