“Chicanadas” jurídicas, intereses políticos, económicos y hasta por “pura amistad”, han generado que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) acumule, en los últimos 10 años, una cartera vencida superior a los 250 millones de pesos.
Principalmente de industrias y comercios que prestan servicios en la capital morelense, lo que ha generado que actualmente el organismo inicie una lucha frontal para combatir el “hoyo financiero”, que es provocado por los casi 20 mil usuarios morosos, entre los que destacan prestigiosos prestadores de servicios turísticos.
Como por ejemplo el restaurante El Secreto y los hoteles Villas del Conquistador y Rio 1300, que superan, respectivamente, deudas por más de un millón de pesos. Como consecuencia, las deudas del SAPAC con sus proveedores, como ya se ha mencionado, el caso de la Comisión Federal de Electricidad crece de forma importante y el organismo debe más de 100 millones de pesos, todo lo anterior en detrimento a la prestación eficiente del servicio en Cuernavaca.
La corrupción e impunidad, y el haber utilizado al SAPAC como botín político y económico, han generado el estancamiento en su liquidez financiera; Deudores, tomas clandestinas, fugas y demás fenómenos irregulares, como el propio desvío de recursos, hacen del organismo una “bomba de tiempo”, ya que además del cúmulo de deficiencias en los malos manejos, se ha dejado de cubrir de forma regular, en los últimos 10 años, la necesidad básica de la población capitalina y su derecho constitucional de recibir el vital líquido; por lo que existe un enojo generalizado en la población en lo que califican como “mal servicio”, sin conocer que muchos de los graves problemas de operación son provocados por los deudores mayores y menores.
Plazas comerciales, fraccionamientos, cadenas de hoteles y restaurantes, forman parte de la larga lista de morosos que tiene el SAPAC y que en muchos de los casos a través de “chicanadas” jurídicas han emplazado sus pagos del vital líquido evadiendo su responsabilidad durante muchos años, sin que les sea suspendido y menos aún reducido el servicio. Para este sector, el corte o reducción en el suministro de agua potable les generaría pérdidas millonarias en la prestación de sus servicios, muchos de esos turísticos. Después de un análisis por parte del área comercial y cobranza del SAPAC y la generación de un diagnóstico en su cartera vencida, que supera los 250 millones de pesos, el área jurídica ha iniciado una campaña para recuperar parte de la deuda, sin embargo, en algunos casos se han encontrado con “trampas jurídicas” que les permiten seguir evadiendo su responsabilidad.
Además del sector comercial e industrial, los consumidores con estatus de habitacional, residencial y popular también han dejado de pagar, aunque es menor el monto, merma en las finanzas del organismo, ya que suman casi 20 mil usuarios, paralizando parcialmente la operación, rehabilitación y modernización de la red de agua potable.
Con un rezago histórico en operación e infraestructura, el SAPAC, se ha convertido en un “foco rojo” para el ayuntamiento de Cuernavaca, a pesar de que, en anteriores administraciones, el organismo ha servido como trampolín político y caja chica; La falta de ingreso público provoca la parálisis en la rehabilitación de la red de agua potable y alcantarillado, provocando que se registren fugas en Cuernavaca y por lo tanto la escasez del vital líquido en colonias y poblados. La falta de dinero hacen del SAPAC, un organismo austero y sin tecnología, para llevar el servicio eficiente a los más de 200 mil usuarios; las tomas clandestinas agravan el escenario financiero ya que representa el 70 por ciento en perdidas.