Qué puede uno decir cuando de manera abierta, dando la cara, cientos de jóvenes morelenses han denunciado: “Se roban nuestras becas los funcionarios…” y le reclaman al presidente Andrés Manuel López Obrador, “así no podemos construir el futuro…”
Frente a este asalto, no podemos guardar silencio, y sí, por el contrario, apoyar su reclamo y denuncia de quienes se atrevieron hacerlo, tras descubrir irregularidades en los montos de sus becas, además de quererlos afiliar sin su consentimiento a Morena.
Su protesta pública en varios municipios del estado significó un acto de total valentía, por lo que es imperativo adoptar medidas oportunas y eficaces para erradicar cualquier irregularidad que se presente y castigar a quienes pretendan hacer del programa “Jóvenes Construyendo Futuro”, un negocio personal o de grupo, una tranza que da pena.
Cabe recordar que este programa busca no sólo entregarles dinero, sino integrar a las y los jóvenes en actividades de capacitación para el trabajo, dotarlos de herramientas para una vida mejor, lo que representaría también la disminución del desempleo y la preparación de una reserva de jóvenes con responsabilidad social y desarrollo productivo.
Lastimosamente, tras la denuncia de la existencia de dos empresas -sólo de membrete-, y con la revisión que se hizo de éstas, se encontró que de ellas no hay direcciones, ni la forma de comprobar que los jóvenes trabajaban allí, como informó el delegado de Programas de Bienestar en Morelos, Hugo Érick Flores, es decir, son empresas ficticias.
Sin embargo, a pesar de no existir, se registraron como compañías, pero sólo para estafar a los jóvenes y al gobierno, como es el caso de la acusación que existe contra el ex candidato del Partido Humanista, Arnulfo Montes Cué, quien ha sido acusado de tener registrados, por lo menos, a 500 jóvenes con quien presuntamente habría acordado quedarse con mil pesos de los tres mil que reciben de ayuda sin tener que trabajar como becarios.
Quienes idearon asaltar de esta manera a los jóvenes, no sólo están traicionándolos, sino al mismo proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo propósito no solo busca que se les entregue becas, sino la gran posibilidad de seguir estudiando, alejarlos de los vicios y de organizaciones criminales.
Frente a este robo de sus becas o el que les hayan exigido una parte de éstas, debe ser visto como un crimen, el cual no debe tener perdón, y sí, por el contrario, se debe actuar de inmediato para enfrentar esta problemática y mandar un mensaje que se equivocan quienes piensen que se puede seguir practicando la corrupción.
Por esto es positivo que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social haya presentado denuncias penales correspondientes para que estos hechos sean investigados y, en su caso, se finquen las responsabilidades correspondientes.
Igual, es alentador el que la dependencia haya aclarado que estos muchachos del Programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” tienen garantizado su derecho a pertenecer al programa, recibir una beca y ser capacitados”.
Estas acciones fraudulentas, no son sólo contra las y los jóvenes de Morelos y del país, sino en contra de un proyecto político y social, y de su propio impulsor, el presidente López Obrador.
En la cuarta transformación todos debemos actuar con responsabilidad, no permitiendo actos de simulación, ni de corrupción. Las empresas o tutores que no estén a la altura de entender la responsabilidad que implica la formación de jóvenes deben de recibir un serio castigo.