José Luis Uribe de las Casas
Presento un análisis de la posición de la plataforma Uber de viajes y entregas frente a la propuesta de reforma de la presidenta Claudia Sheinbaum y el papel de los sindicatos modernos en la defensa de los derechos de los trabajadores.
En un contexto donde la economía digital redefine la relación laboral, la plataforma Uber ha reabierto el debate sobre los derechos y la seguridad social de los trabajadores que dependen de aplicaciones para obtener ingresos. La reciente propuesta de reforma de la presidenta Claudia Sheinbaum busca establecer un marco regulatorio para el empleo digital, garantizando derechos básicos como la seguridad social para los repartidores y conductores que trabajan para plataformas como Uber. Sin embargo, la respuesta de la empresa ha sido una férrea resistencia, argumentando que dicha regulación podría ser un retroceso en términos de flexibilidad y autonomía laboral para sus asociados.
La postura de Uber, que sostiene que convertir a sus "socios" en empleados comprometería su libertad de elegir horarios y condiciones, ha sido criticada por varios sectores que señalan la intención de la empresa de mantener un modelo de negocio que la exime de obligaciones laborales. Al evitar asumir su papel como patrón, Uber como otras plataformas digitales de este sector evade la responsabilidad de proporcionar prestaciones, seguros médicos, y otras garantías que son derecho de cualquier trabajador, según establecen la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la legislación laboral mexicana.
Alegar que los "socios" perderían su libertad encubre un mecanismo para eludir responsabilidades empresariales. En realidad, la naturaleza del trabajo que desempeñan estos repartidores y conductores cumple con las características de una relación laboral subordinada: acatan directrices y dependen económicamente de la plataforma. No obstante, al definir a los trabajadores como "socios independientes" o "asociados", Uber consigue evitar las obligaciones de un patrón tradicional, dejando a miles de personas en una situación de vulnerabilidad laboral.
Frente a esta situación, han emergido nuevos sindicatos que abogan por la dignificación del trabajo digital y la protección de los derechos humanos y laborales de estos trabajadores. El "Sindicato por México", dirigido por el Lic. Luis Visuet, se ha destacado por su enfoque en la defensa de los repartidores y conductores de plataformas digitales, adaptándose a los desafíos del siglo XXI y alineándose con las nuevas normativas nacionales e internacionales que buscan la justicia laboral.
Cabe recordar que después de la legitimación de contratos colectivos de trabajo, como lo demandó la reforma laboral y como parte del compromiso de México con Estados Unidos y Canadá en el T-MEC, de los 139,000 contratos existentes, solo el 22% cumplieron con ese proceso y los demás se dieron por terminados.100,000 contratos colectivos de trabajo se perdieron con la reforma laboral de 2019.
El rol de los nuevos sindicatos en la defensa de de los derechos humanos y laborales
El "Sindicato por México" y otros gremios contemporáneos han entendido la necesidad de una representación adecuada para quienes laboran en la economía digital. Ofrecen soluciones ( desde una coalición con la iniciativa privada ) que abarcan desde la asistencia médica en caso de accidentes hasta el acceso a servicios funerarios, respaldando a sus afiliados más allá de los mínimos establecidos por ley. Estos sindicatos no solo buscan asegurar que las plataformas cumplan con sus obligaciones laborales, sino que también proporcionan un espacio para la negociación colectiva, donde los trabajadores tienen voz y representación ante las empresas.
La reciente normativa que impulsa el gobierno mexicano se alinea con tratados internacionales, como el T-MEC, que exige mejores condiciones para los trabajadores de todos los sectores, "incluido el digital". La creación de mecanismos de auditoría y cumplimiento de estándares laborales busca cerrar las brechas de precariedad que afectan a quienes laboran en este tipo de empresas, y los sindicatos son aliados clave en este proceso.
Es claro que por si solos las y los trabajadores por APP les será difícil enfrentar situaciones jurídico laborales, fiscales, les será complicado como grupos obtener apoyos y programas de gobierno por la falta de legitimidad ( dentro del marco legal como OSC ) y tener una representación gremial, aunque existan grupos de moto repartidores, de conductores de transporte público, etc, no cuentan con registros ante las autoridades, les falta toda una infraestructura, experiencia en cabildeo, etc.
Aquí expongo los beneficios concretos de la sindicalización para los trabajadores digitales:
Salarios y seguridad social: Negociación de un salario digno y acceso a esquemas de seguridad social que protejan a los trabajadores y sus familias.
Servicios de salud: Cobertura médica integral que incluye atención en caso de accidentes laborales, enfermedades y asistencia preventiva.
Asistencia en servicios funerarios y protección familiar: Apoyo para los trabajadores y sus familias en momentos críticos, garantizando una red de protección más allá del empleo.
Mi conclusión
La resistencia de Uber a asumir su responsabilidad como empleador refleja un modelo empresarial que prioriza la rentabilidad sobre el bienestar de sus trabajadores. En contraste, "los nuevos sindicatos se erigen como defensores de los derechos laborales en la era digital, alineados con los principios de dignidad y equidad establecidos en la normativa nacional e internacional". Es tiempo de que las plataformas digitales reconozcan su responsabilidad y colaboren con los sindicatos y el gobierno para garantizar una regulación justa y equitativa, que permita a sus trabajadores acceder a una vida digna y protegida en el ámbito laboral. Solo así podremos avanzar hacia una economía digital verdaderamente inclusiva y justa, donde el progreso no se construya a costa de la explotación de quienes son la base de su funcionamiento. Es tiempo de que las trabajadoras y trabajadores por APP reconozcan que en Morelos no estan organizados, que no tienen planes para abrirse camino ante las adversidades con sus empleadores ( las plataformas digitales ), es tiempo que se den la oportunidad de conocer el nuevo sindicalismo, de gozar de los beneficios de ello, el viejo sindicalismo ya quedo obsoleto y no brinda nada nuevo, solo viven de las cuotas de los trabajadores; los nuevos sindicatos son más sociales, más de apoyo al trabajador y de las familias de estos.