/ miércoles 11 de septiembre de 2024

Poliescenarios / ¿Puede el K-pop coexistir con el feminismo? El caso de Corea del Sur

Por Bertha Alvarado Banuet

Abordar el tema del feminismo puede ser complejo, ya que no existe una definición unánime o consensuada de lo que significa ser feminista, pero el feminismo es definido como "el movimiento organizado que busca la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres" (ONU, 2021).

Este concepto ha sido fundamental en la evolución social y política de Corea del Sur en las últimas décadas, dando lugar a importantes movimientos y debates que han impactado tanto a nivel nacional como en la esfera global, particularmente en el mundo de la industria millonaria del K-pop.

El trasfondo

Aunque la historia tenga un hilo grande, se puede partir del suceso de los foros en línea DC Inside, Megalia y Womad que han estado interconectados en el contexto del activismo feminista en Corea del Sur. DC Inside, conocido por su gran número de usuarios fue el espacio donde la misoginia digital floreció, y llevó a la creación de Megalia como respuesta feminista, buscando contrarrestar el discurso misógino mediante tácticas provocativas. Womad, creada en 2016, surgió como una reacción a la prohibición de ciertos temas del previo foro, lo que lo convirtió en un espacio para el activismo feminista radical. Juntos, estos foros se convirtieron en un espacio virtual donde las mujeres surcoreanas compartían sus experiencias de discriminación y abuso.

Ese mismo año, un punto de inflexión ocurrió en 2016, cuando una mujer fue brutalmente asesinada en la estación de Gangnam, un crimen que generó la indignación pública y se convirtió en un llamado a la acción, pues miles de mujeres salieron a las calles para exigir justicia y seguridad. Pues no era para menos que al pedir ecuanimidad también se incluyera el problema de la pornografía con cámaras ocultas, que entre 2012 y 2017, más de 16,000 personas fueron detenidas por este delito, de las cuales el 98% eran hombres. La falta de respuesta y la actitud despectiva de la policía hacia este tipo de delitos ha generado frustración y vuelto el "mirroring" en Womad, como un tema que busca replicar las mismas acciones discriminatorias contra los hombres.

Cuatro años después, en 2020, surgió el movimiento "No somos flores, somos fuego", una respuesta directa a la cultura de la violencia. Las manifestantes se presentaron con camisetas negras y pancartas desafiantes, rechazando la noción de que las mujeres deben ser delicadas y sumisas. Este movimiento resonó en todo el país, reflejando el creciente descontento de las mujeres con las normas de género establecidas.

Más recientemente, en 2023, el movimiento 4B (cuatro B: no tener novio, no casarse, no tener hijos, no comprar una casa) ha captado la atención mundial. Impulsado por mujeres que rechazan los roles de género tradicionales, este movimiento desafía abiertamente la presión social y las expectativas de la sociedad coreana. Al optar por una vida fuera de los mandatos patriarcales, estas mujeres han encontrado una forma de empoderamiento y liberación.

Estos acontecimientos se reflejan en la obra literaria "Kim Ji-young, nacida en 1982" de Cho Nam-joo, que se ha convertido en un fenómeno global. La novela retrata la vida de una mujer común que enfrenta las diversas formas de discriminación de género que impregnan la sociedad coreana, desde el acoso laboral hasta la carga desigual del trabajo doméstico.

Impacto en el K-pop

El mundo del K-pop, un sector cultural que ha sido tradicionalmente dominado por los hombres y las dinámicas patriarcales también ha dejado huella. Artistas femeninas como Hyuna, CL y Sunmi han utilizado sus plataformas para promover mensajes feministas y desafiar los estereotipos de género. Sus letras, sus coreografías y sus presentaciones han servido como herramientas de empoderamiento, inspirando a las fanáticas a cuestionar las normas establecidas y a alzar su voz. Además, grupos como BLACKPINK y TWICE han destacado por su representación de mujeres fuertes, independientes y seguras de sí mismas, alejándose de las imágenes estereotipadas del "ídolo femenino" de dócil y complaciente.

A nivel internacional, las voces del movimiento feminista coreano se han unido a un coro global de mujeres que exigen igualdad, justicia y respeto. Las protestas, los movimientos y las obras literarias se han convertido en herramientas poderosas para dar visibilidad a las experiencias de las mujeres coreanas y, en última instancia, para inspirar cambios en todo el mundo.

Impacto en la política

La salida de la presidenta Park Geun-hye en 2017 ha tenido un impacto significativo en el feminismo en Corea del Sur. Aunque Park fue la primera mujer en ocupar la presidencia en este país, su mandato no logró satisfacer las demandas de igualdad de género, pero si atrajo a una mayor movilización de las mujeres en la política y a la formación de nuevos partidos políticos feministas, como el Partido de la Mujer, fundado en 2020.

Un camino que seguir

La vía hacia la igualdad de género en Corea del Sur y me atrevo a decir que en muchos países asiáticos sigue siendo arduo. Las actitudes patriarcales están profundamente enraizadas y los avances se enfrentan a una fuerte resistencia. Aun así, el movimiento feminista coreano ha demostrado su determinación y su capacidad de adaptación, evolucionando con cada desafío y ampliando su alcance.

A medida que las mujeres coreanas continúan rompiendo las barreras y cuestionando las normas establecidas, su lucha se ha convertido en un faro de esperanza para aquellas que enfrentan situaciones similares en todo el mundo.

Este movimiento es un recordatorio de que la igualdad de género es una lucha universal, y que la solidaridad y la acción colectiva pueden generar un cambio duradero, incluso en los ámbitos más tradicionalmente dominados por los hombres, como la industria del K-pop.

BERTHA ALVARADO BANUET es licenciada en Negocios Internacionales por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Maestra en Economía Internacional por la Universidad de Beijing. Sígala en @berthabanuet _

Por Bertha Alvarado Banuet

Abordar el tema del feminismo puede ser complejo, ya que no existe una definición unánime o consensuada de lo que significa ser feminista, pero el feminismo es definido como "el movimiento organizado que busca la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres" (ONU, 2021).

Este concepto ha sido fundamental en la evolución social y política de Corea del Sur en las últimas décadas, dando lugar a importantes movimientos y debates que han impactado tanto a nivel nacional como en la esfera global, particularmente en el mundo de la industria millonaria del K-pop.

El trasfondo

Aunque la historia tenga un hilo grande, se puede partir del suceso de los foros en línea DC Inside, Megalia y Womad que han estado interconectados en el contexto del activismo feminista en Corea del Sur. DC Inside, conocido por su gran número de usuarios fue el espacio donde la misoginia digital floreció, y llevó a la creación de Megalia como respuesta feminista, buscando contrarrestar el discurso misógino mediante tácticas provocativas. Womad, creada en 2016, surgió como una reacción a la prohibición de ciertos temas del previo foro, lo que lo convirtió en un espacio para el activismo feminista radical. Juntos, estos foros se convirtieron en un espacio virtual donde las mujeres surcoreanas compartían sus experiencias de discriminación y abuso.

Ese mismo año, un punto de inflexión ocurrió en 2016, cuando una mujer fue brutalmente asesinada en la estación de Gangnam, un crimen que generó la indignación pública y se convirtió en un llamado a la acción, pues miles de mujeres salieron a las calles para exigir justicia y seguridad. Pues no era para menos que al pedir ecuanimidad también se incluyera el problema de la pornografía con cámaras ocultas, que entre 2012 y 2017, más de 16,000 personas fueron detenidas por este delito, de las cuales el 98% eran hombres. La falta de respuesta y la actitud despectiva de la policía hacia este tipo de delitos ha generado frustración y vuelto el "mirroring" en Womad, como un tema que busca replicar las mismas acciones discriminatorias contra los hombres.

Cuatro años después, en 2020, surgió el movimiento "No somos flores, somos fuego", una respuesta directa a la cultura de la violencia. Las manifestantes se presentaron con camisetas negras y pancartas desafiantes, rechazando la noción de que las mujeres deben ser delicadas y sumisas. Este movimiento resonó en todo el país, reflejando el creciente descontento de las mujeres con las normas de género establecidas.

Más recientemente, en 2023, el movimiento 4B (cuatro B: no tener novio, no casarse, no tener hijos, no comprar una casa) ha captado la atención mundial. Impulsado por mujeres que rechazan los roles de género tradicionales, este movimiento desafía abiertamente la presión social y las expectativas de la sociedad coreana. Al optar por una vida fuera de los mandatos patriarcales, estas mujeres han encontrado una forma de empoderamiento y liberación.

Estos acontecimientos se reflejan en la obra literaria "Kim Ji-young, nacida en 1982" de Cho Nam-joo, que se ha convertido en un fenómeno global. La novela retrata la vida de una mujer común que enfrenta las diversas formas de discriminación de género que impregnan la sociedad coreana, desde el acoso laboral hasta la carga desigual del trabajo doméstico.

Impacto en el K-pop

El mundo del K-pop, un sector cultural que ha sido tradicionalmente dominado por los hombres y las dinámicas patriarcales también ha dejado huella. Artistas femeninas como Hyuna, CL y Sunmi han utilizado sus plataformas para promover mensajes feministas y desafiar los estereotipos de género. Sus letras, sus coreografías y sus presentaciones han servido como herramientas de empoderamiento, inspirando a las fanáticas a cuestionar las normas establecidas y a alzar su voz. Además, grupos como BLACKPINK y TWICE han destacado por su representación de mujeres fuertes, independientes y seguras de sí mismas, alejándose de las imágenes estereotipadas del "ídolo femenino" de dócil y complaciente.

A nivel internacional, las voces del movimiento feminista coreano se han unido a un coro global de mujeres que exigen igualdad, justicia y respeto. Las protestas, los movimientos y las obras literarias se han convertido en herramientas poderosas para dar visibilidad a las experiencias de las mujeres coreanas y, en última instancia, para inspirar cambios en todo el mundo.

Impacto en la política

La salida de la presidenta Park Geun-hye en 2017 ha tenido un impacto significativo en el feminismo en Corea del Sur. Aunque Park fue la primera mujer en ocupar la presidencia en este país, su mandato no logró satisfacer las demandas de igualdad de género, pero si atrajo a una mayor movilización de las mujeres en la política y a la formación de nuevos partidos políticos feministas, como el Partido de la Mujer, fundado en 2020.

Un camino que seguir

La vía hacia la igualdad de género en Corea del Sur y me atrevo a decir que en muchos países asiáticos sigue siendo arduo. Las actitudes patriarcales están profundamente enraizadas y los avances se enfrentan a una fuerte resistencia. Aun así, el movimiento feminista coreano ha demostrado su determinación y su capacidad de adaptación, evolucionando con cada desafío y ampliando su alcance.

A medida que las mujeres coreanas continúan rompiendo las barreras y cuestionando las normas establecidas, su lucha se ha convertido en un faro de esperanza para aquellas que enfrentan situaciones similares en todo el mundo.

Este movimiento es un recordatorio de que la igualdad de género es una lucha universal, y que la solidaridad y la acción colectiva pueden generar un cambio duradero, incluso en los ámbitos más tradicionalmente dominados por los hombres, como la industria del K-pop.

BERTHA ALVARADO BANUET es licenciada en Negocios Internacionales por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Maestra en Economía Internacional por la Universidad de Beijing. Sígala en @berthabanuet _