/ viernes 30 de agosto de 2024

Juegos Paralímpicos, París 2024 / Resiliencia e inclusión

Los Juegos Paralímpicos, un destacado evento deportivo internacional, surgieron de la visión humanitaria del neurólogo Dr. Ludwig Guttmann. En la década de 1940, mientras trabajaba en el Hospital de Stoke Mandeville en Inglaterra, introdujo el deporte como un componente esencial en la rehabilitación de veteranos de guerra con lesiones en la médula espinal. Esta iniciativa buscaba la recuperación física de los pacientes, y su reintegración social y el fortalecimiento de su autoestima.

El impulso inicial de estos esfuerzos culminó el 29 de julio de 1948, coincidiendo con la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres, en un evento que fue conocido como los Juegos de Stoke Mandeville. Este evento contó con la participación de veteranos que compitieron en arquería. La inclusión de competidores de los Países Bajos en 1952 transformó estos juegos en una competencia internacional, marcando un hito en la historia del movimiento paralímpico.

La consolidación de este movimiento se manifestó con la realización de los primeros Juegos Paralímpicos oficialmente reconocidos en Roma, en 1960, donde participaron 400 atletas de 23 países. Desde entonces, los Juegos Paralímpicos se celebran cada cuatro años, en la misma ciudad que alberga los Juegos Olímpicos, utilizando muchas de las mismas instalaciones.

Con el paso de los años, han evolucionado para incluir a atletas con diversas discapacidades, no sólo físicas sino también mentales, transformándose en un emblema de diversidad e inclusión en el ámbito deportivo mundial. Este evento no solo destaca las hazañas atléticas, sino que también rompe barreras sociales y promueve un mensaje de igualdad y respeto.

En el corazón de París, los ecos del pasado se mezclan con los ritmos vibrantes del presente. Esta 17ª edición ha reunido a 4,400 deportistas paralímpicos, maestros de la resiliencia. 67 compatriotas competirán en diversas disciplinas, divididos en 31 hombres y 36 mujeres.

La ciudad de la luz se convierte en el epicentro para generar conciencia sobre la capacidad de todas las personas, independientemente de sus diferencias físicas o mentales, de contribuir significativamente a la sociedad. Estos juegos desafían las percepciones comunes sobre la discapacidad, mostrando que el acceso y las oportunidades adecuadas pueden convertir los desafíos en triunfos.

Trasciende el ámbito deportivo. Se ofrece una plataforma única para que los atletas paralímpicos aboguen por cambios legislativos y políticas más inclusivas en sus países de origen. A través de sus historias y logros, inspiran legislaciones que promueven mayor accesibilidad y reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad.

De este modo, es un recordatorio para que en la agenda constante de los Derechos Humanos, se discutan la igualdad de acceso al deporte, la necesidad de infraestructuras accesibles y el derecho de todas las personas a disfrutar de su ciudad y sus espacios públicos sin restricciones.

También los Juegos Paralímpicos actúan como un catalizador para la inversión en tecnología adaptativa, promoviendo la innovación en áreas como las prótesis y las ayudas técnicas que mejoran la calidad de vida de las personas con discapacidad. Este enfoque equipa a los atletas para competir en su máximo nivel, y se traduce en mejoras tecnológicas que son accesibles para el público general.

La inclusión no es un favor, es un derecho. En un mundo a menudo dividido por diferencias, hoy reconocemos nuestras capacidades compartidas y reconocemos nuestras diferencias únicas. Compartimos la realidad de lo que es posible cuando el espíritu humano se alza, indomable y libre.


Profesor de Derecho Civil y Derecho Familiar de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México


Los Juegos Paralímpicos, un destacado evento deportivo internacional, surgieron de la visión humanitaria del neurólogo Dr. Ludwig Guttmann. En la década de 1940, mientras trabajaba en el Hospital de Stoke Mandeville en Inglaterra, introdujo el deporte como un componente esencial en la rehabilitación de veteranos de guerra con lesiones en la médula espinal. Esta iniciativa buscaba la recuperación física de los pacientes, y su reintegración social y el fortalecimiento de su autoestima.

El impulso inicial de estos esfuerzos culminó el 29 de julio de 1948, coincidiendo con la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres, en un evento que fue conocido como los Juegos de Stoke Mandeville. Este evento contó con la participación de veteranos que compitieron en arquería. La inclusión de competidores de los Países Bajos en 1952 transformó estos juegos en una competencia internacional, marcando un hito en la historia del movimiento paralímpico.

La consolidación de este movimiento se manifestó con la realización de los primeros Juegos Paralímpicos oficialmente reconocidos en Roma, en 1960, donde participaron 400 atletas de 23 países. Desde entonces, los Juegos Paralímpicos se celebran cada cuatro años, en la misma ciudad que alberga los Juegos Olímpicos, utilizando muchas de las mismas instalaciones.

Con el paso de los años, han evolucionado para incluir a atletas con diversas discapacidades, no sólo físicas sino también mentales, transformándose en un emblema de diversidad e inclusión en el ámbito deportivo mundial. Este evento no solo destaca las hazañas atléticas, sino que también rompe barreras sociales y promueve un mensaje de igualdad y respeto.

En el corazón de París, los ecos del pasado se mezclan con los ritmos vibrantes del presente. Esta 17ª edición ha reunido a 4,400 deportistas paralímpicos, maestros de la resiliencia. 67 compatriotas competirán en diversas disciplinas, divididos en 31 hombres y 36 mujeres.

La ciudad de la luz se convierte en el epicentro para generar conciencia sobre la capacidad de todas las personas, independientemente de sus diferencias físicas o mentales, de contribuir significativamente a la sociedad. Estos juegos desafían las percepciones comunes sobre la discapacidad, mostrando que el acceso y las oportunidades adecuadas pueden convertir los desafíos en triunfos.

Trasciende el ámbito deportivo. Se ofrece una plataforma única para que los atletas paralímpicos aboguen por cambios legislativos y políticas más inclusivas en sus países de origen. A través de sus historias y logros, inspiran legislaciones que promueven mayor accesibilidad y reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad.

De este modo, es un recordatorio para que en la agenda constante de los Derechos Humanos, se discutan la igualdad de acceso al deporte, la necesidad de infraestructuras accesibles y el derecho de todas las personas a disfrutar de su ciudad y sus espacios públicos sin restricciones.

También los Juegos Paralímpicos actúan como un catalizador para la inversión en tecnología adaptativa, promoviendo la innovación en áreas como las prótesis y las ayudas técnicas que mejoran la calidad de vida de las personas con discapacidad. Este enfoque equipa a los atletas para competir en su máximo nivel, y se traduce en mejoras tecnológicas que son accesibles para el público general.

La inclusión no es un favor, es un derecho. En un mundo a menudo dividido por diferencias, hoy reconocemos nuestras capacidades compartidas y reconocemos nuestras diferencias únicas. Compartimos la realidad de lo que es posible cuando el espíritu humano se alza, indomable y libre.


Profesor de Derecho Civil y Derecho Familiar de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México