El mandato popular de 500 mil furibundos electores, ordenó que el primero de octubre, un ex futbolista sea gobernador del Estado de Morelos, sustituye a un activista político de oposición que durante más de 4 décadas participó en movimientos sociales, fue varias veces diputado federal, una vez senador, líder estatal y nacional de su partido y protagonista de la primer protesta ciudadana para sustituir a un mandatario estatal.
La complicada y compleja democracia mexicana, establece que en una jornada electoral el poder ciudadano modifique la composición de los poderes legislativo y ejecutivo en 6 espacios diferentes con el compromiso de respetar la legalidad que sanciona el poder judicial, en Morelos, se realizan 3 procesos de entrega recepción y a nivel federal otro 3 que también impactan en la tierra de Emiliano Zapata.
La primer transición luego de que se conoció el resultado el primero de julio es la que se formaliza el primero de septiembre, cuando se modifica la totalidad del poder legislativo, (Cámaras de Senadores, Diputados Federales y Diputados locales), la irresponsabilidad ciudadana rinde tributo a la tradición de impunidad al permitir a los legisladores salientes partir a escondidas y humillados y recibir como majestades a los entrantes, nunca se realiza un auditoria a las iniciativas pendientes, porque no se concluyeron, cuales compromisos de las bancadas que se fueron no se cumplieron y los proyectos de la nueva legislatura, lo mexicanos creen que los legisladores administran dinero público para concederles favores, desde piñatas navideñas, hasta el pago de servicios médicos a familiares enfermos, esa transición transita sin mayores consecuencias es incolora y sinsabor.
El primero de diciembre es la ceremonia presidencial que generó altas expectativas en todo el país, y arrancará a partir de consecuencias por el rompimiento de protocolos y cortesías históricas entre las que destacan la exposición adelantada del gabinete, el tiempo advertirá si fue sano o toxico el anuncio. Los 33 municipios cambiaran el primero de enero inmersos en escándalos, el desconocimiento por parte de la autoridad estatal ya en funciones en ese momento contra el nuevo gobierno de Cuernavaca y en Amacuzac donde el presidente municipal electo todavía hoy permanece en una prisión como presunto responsable de delitos federales se agregarán a la exigencia de auditorías a todos.
Por morbo, partidización, post verdad y fake news, el proceso de entrega recepción del ejecutivo estatal será la “cereza del pastel”, existe un procedimiento legal y administrativo que debe cumplirse para la entrega ordenada de las condiciones que guarda la administración pública en cada área, es a partir de normas jurídicas aprobadas por el congreso para la puntual revisión de todos los recursos que se ejercieron, los resultados que se obtuvieron y los pendientes, si algún empleado de cualquier nivel actuó con deshonestidad, se le iniciará un proceso legal, la principal responsabilidad del congreso es la revisión de la cuenta pública.
Quienes concluyen gestión el primero de octubre de 2018, aceptaron en la misma fecha de 2012, cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la propia del Estado y las Leyes que de ella emanan, fueron advertidos que de no hacerlo la nación se los demanda, ese proceso de entrega-recepción y revisión de la cuenta pública, tiene como objetivo el saber que pendientes debe atender el gobierno que concluirá su gestión en la misma fecha en 2024.
Es responsabilidad de quienes llegan y de quienes se van, no escandalizar más las diferencias que mantuvieron durante las campañas, los gobiernos son instituciones a partidistas, los escándalos siempre pretenden ocultar la ignorancia que termina sobre expuesta, el objetivo es mantener la paz social y generar condiciones para el desarrollo.
El permanente clamor popular exige: “Si no pueden renuncien”.
