En las últimas décadas, la participación de la mujer en los aspectos más representativos de México es más evidente. Conforme pasan los años y derivado de los cambios políticos, económicos, sociales, culturales, tecnológicos y científicos, la mujer ocupa puestos de trabajo y cargos cada vez más relevantes, además de acceder a carreras universitarias y obtener iguales o mejores resultados académicos que los hombres.
Numerosos estudios revelan que aquellas compañías que ubican a mujeres en los cargos ejecutivos o de toma de decisiones obtienen mayores ganancias con respecto de aquellas que no las tienen. Sin embargo, aun así, solo el 7 por ciento de los altos cargos ejecutivos en empresas transnacionales en México son ocupados por mujeres, y las estadísticas revelan cifras con diferencias todavía muy marcadas. Al tomar como referencia, por ejemplo, a Estados Unidos, vemos que el 15 por ciento de los ejecutivos de alto nivel son mujeres, mientras que, en Japón, el porcentaje se reduce ¡al 1%!
Debemos de reconocer más frecuentemente, los talentos femeninos, el camino ha estado lleno de obstáculos que han hecho más complicado que las mujeres accedan a oportunidades competitivas de desarrollo personal y profesional, aunado a las diferencias culturales y a la idea de muchas sociedades de que el único lugar de la mujer es como esposa, ama de casa y madre, y rara vez como empleada o empresaria, en México, la situación no ha sido muy diferente. Fue hasta 1955 que la mujer tuvo derecho a votar por primera vez, y fue hasta 1990 cuando la participación de la mujer en el ámbito industrial aumentó considerablemente. En la actualidad ocupa poco más del 44% a nivel nacional, lo que indica que la mujer mexicana ha avanzado y mucho, en los últimos años.
La participación femenina hoy en día ha adquirido una nueva dimensión: ya no solo hay mujeres empleadas, sino que hay quienes buscan mayores posibilidades de superación y muchas de ellas se han lanzado, incluso, a la aventura de ser empresarias, lográndolo con éxito y si hay algo que se le puede reconocer a las mujeres mexicanas y morelenses, es el esfuerzo y la dedicación, la voluntad para librarse de los obstáculos y abrirse camino, siempre con un alto nivel de compromiso, responsabilidad y entrega, ¿Quién no conoce a una mujer así?
Mi reconocimiento total y admiración para todas ustedes, hoy en Canacintra Morelos las mujeres forman parte fundamental de las estrategias de capacitación y vinculación que detonen las capacidades que serán potencializadas en beneficio de nuestro querido estado de Morelos, las circunstancias hoy en día, parecieran decirnos que ustedes son más vulnerables, menos competitivas y limitadas a la hora de tomar decisiones, grave error quien llegue a pensarlo, hoy, las mujeres deciden y actúan de manera más racional que emocional, son más asertivas a la hora de generar escenarios en un proyecto productivo o en un programa en donde la implementación deba de tener el menor de los riesgos, hoy son más estratégicas y más arriesgadas pero mejores consultoras y vendedoras, tienen una inteligencia emocional que muchas veces, ellas mismas desconocen y eso, es una capacidad tangible que explotan de manera natural con resultados en la mayoría de los casos, positivos y rentables.
Impulsemos a las mujeres emprendedoras, a las mujeres valientes que muchas veces no dudan en arriesgar recursos económicos para iniciar un negocio propio, hay que incentivarlas y acompañarlas en las ideas que tengan, no tengo duda, que suelen ser las mejores investigadoras de mercado, las mejores analistas y por si fuera poco, las mejores administradoras, no es una idea o pensamiento, es una exigencia que ellas mismas, se han ganado.
¡Que así sea!