En los primeros 50 días de su gobierno, Margarita González Saravia ha marcado el inicio de una nueva etapa para Morelos. Como la primera mujer en asumir la gubernatura, su manera de hacer política representa un paso significativo hacia la inclusión y la apertura de horizontes diferentes en la gobernanza estatal.
Su administración ha comenzado con el compromiso de fortalecer los lazos con la ciudadanía, priorizando las necesidades de los sectores más vulnerables y trabajando por el bienestar común, ideas que ya fueron propuestas -en otros sexenios- y que hoy, deben traducirse en acciones tangibles que impacten positivamente en la vida diaria de las personas y que generen por añadidura, confianza en las instituciones, mostrando que la participación ciudadana y la atención oportuna deben ser los ejes centrales de un gobierno cercano y responsable.
Los retos que enfrenta son considerables, pero su enfoque ha sido firme en la búsqueda de soluciones. En materia de seguridad se ocupa en reforzar las capacidades de las instituciones y promueve la cohesión social como base para un entorno más seguro.
En el ámbito económico, la gobernadora se redescubre interesada en impulsar el desarrollo local, fomentando el crecimiento de pequeñas y medianas empresas y fortaleciendo las oportunidades para los jóvenes y las mujeres. Su enfoque se centra en generar condiciones para que todas las personas puedan acceder a empleos dignos y participar en el progreso de la entidad.
Un aspecto destacado de su gestión inicial es la atención a los temas sociales. Margarita entrelaza ideas para implementar políticas que promuevan la inclusión, el respeto a los derechos humanos y la igualdad de oportunidades. En su discurso se percibe como prioridad los programas dirigidos a mejorar la calidad de vida en comunidades que durante años han enfrentado desafíos importantes, como el acceso a servicios básicos y la educación.
Por otra parte, la relación de Margarita González Saravia con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) refleja un compromiso claro con el fortalecimiento de los lazos entre el gobierno y la máxima casa de estudios.
Al reconocer su papel esencial como generadora de conocimiento y motor de transformación social, esta colaboración se perfila como una oportunidad para trazar un camino hacia la solución de la histórica deuda que ha afectado a la institución. Con estrategias conjuntas, se vislumbra un escenario en el que estudiantes, académicos e investigadores puedan enfocarse plenamente en la innovación, la creación de conocimiento y el desarrollo, liberando a la UAEM de las limitaciones financieras que han obstaculizado su crecimiento y su impacto en la sociedad.
La ciudadanía de Morelos espera un gobierno que mantenga este rumbo y traduzca estas iniciativas en resultados concretos. La apertura al diálogo, la colaboración con diversos sectores y la construcción de consensos son elementos fundamentales para consolidar los avances. Margarita González Saravia tiene la oportunidad de liderar una transformación que refuerce la confianza en las instituciones y contribuya al bienestar colectivo.
Su gestión, aunque aún en sus primeras etapas, ha mostrado señales de un enfoque cercano y comprometido. Este inicio abre la puerta a un futuro prometedor para todos los morelenses, donde las acciones del gobierno y la participación activa de la sociedad trabajaran de la mano para construir un estado más próspero e incluyente.
Desde la academia, se vislumbra una gestión gubernamental favorable para las y los morelense. Debemos esperar el próximo corte que será a los 100 días de gobierno. Dónde seguro estoy que seguiremos recibiendo buenas cuentas. Cómo decía el ilustres don Quijote de la Mancha en la obra de Miguel Cervantes Saavedra “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.
Seguimos trabajando, ¡nos leemos pronto!
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