Recordar los hechos desafortunados de Stonewall (Nueva York, EE. UU.) de 1969, donde marcó el inicio del movimiento de liberación homosexual, a consecuencia de ataques homofóbicos por parte de autoridades neoyorquinas; sin duda, nos coloca el día de hoy, ante una reflexión primordial.
¿Cómo nos encontramos en materia de respeto hacia los grupos denominados LGBT?
La respuesta para quienes miran de forma respetuosa y objetiva a esta pregunta, nos dirán que aún falta mucho camino por recorrer, uno de los argumentos que hemos escuchado, es que nuestra sociedad aún no se encuentra preparada para comprender, lo importante de dar las mismas oportunidades a todos, sin tomar en cuentas a las personas por sus preferencias sexuales.
Ahora bien, la ONU desde el 2013, lanzó una campaña mundial de información destinada a promover la igualdad de derechos y el trato justo de las personas LGBT. En dicho portal, señala que las personas LGBT, son víctimas de maltrato y discriminación en espacios laborales, en hospitales, en el hogar, así como en las instituciones educativas, lo que generalmente finaliza con actos de violencia tanto física como psicológica.
Hoy, debemos entender que nos situamos en una época de libertad, de respeto a los derechos humanos, de igualdad de oportunidades para todos y todas, por ello; desde las aulas debemos seguir promoviendo, espacios de convivencia, incluyentes y de mutuo respeto.
La Ley General de Educación publicada en 2019, en sus artículos 7 y 8, establecen la inclusión y equidad, sin importar aspectos de género, o preferencias sexuales, y sobre todo en su artículo 16, específicamente en el numeral III. Que a la letra nos dice, sobre la educación que prestará el Estado:
“Será humanista, al fomentar el aprecio y respeto por la dignidad de las personas, sustentado en los ideales de fraternidad e igualdad de derechos, promoviendo el mejoramiento de la convivencia humana y evitando cualquier tipo de privilegio de razas, religión, grupos, sexo o de personas”;
Los tiempos han cambiado, debemos romper con paradigmas obsoletos, que solo nos dividen y que mal atendidos, nos pueden conducir a exacerbar de forma violenta, así como discriminar, debemos comprender que hoy, somos iguales e impulsar las nuevas políticas de inclusión, tan necesarias e importantes para nuestra sociedad.
Desde las aulas, debemos seguir promoviendo el respeto a la diversidad que existe entre nuestra comunidad, por es ahí donde reside el verdadero distintivo. Sigamos dando pasos importantes, buscando la igualdad y la tolerancia, dos elementos que son la base del Día Internacional del Orgullo LGBT.
Seguimos trabajando, ¡nos leemos pronto!
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