El pasado martes tuve el honor de que el Coordinador del Grupo Parlamentario del Morena en el Senado, Ricardo Monreal Ávila haya visitado nuestro estado, particularmente la ciudad de Cuautla donde presentó su libro: “El acceso de las Mujeres a la Justicia; una visión para transitar a la igualdad de derechos y oportunidades”.
El libro del doctor Monreal vale por sí mismo, por la información que nos presenta, por el cúmulo de datos que nos regala, pero también porque nos permite como sociedad hacer una reflexión sobre la necesidad de que las mujeres no sólo podamos “ganar espacios” en la vida social del país, sino que se entienda, hombres y mujeres, que el camino a la justicia debe ser de manera plena con perspectiva de género.
La trayectoria del Senador zacatecano es vasta en diferentes ámbitos, particularmente en el legislativo, y por eso vale mucho más su ensayo cuando desde un principio se refiere a los artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde el Constituyente prevé la igualdad entre los hombres y mujeres, el pleno gozo de sus derechos humanos y el acceso a la justicia, sin distinción de género.
Desde la tribuna, ya sea, en la Cámara de Diputados o en el Senado, o “arrastrando el lápiz” a la hora de legislar, Monreal Ávila se ha distinguido por su lucha en favor de los derechos de las mujeres, así como un impulsor de varias reformas en favor de la igualdad de género.
El libro destaca la necesidad de seguir avanzando en la actualización de códigos civiles, fortalecer las instituciones nacionales y poderes judiciales para que se garantice el acceso de las mujeres a la justicia, y un aspecto relevante que es de primera importancia, el de eliminar los estereotipos que siguen prevaleciendo y que lamentablemente, desde las propias familias, aún se fortalecen.
El mismo Senador plantea cómo, incluso, durante la disolución del vínculo matrimonial, “la desigualdad de género es notoria”, donde los mismos juzgadores permiten o incluso ven como natural que sean las madres quienes deben seguir jugando los roles como el de la custodia de los hijos o hacer las labores del hogar.
Por fortuna en las últimas décadas hemos avanzado, por ejemplo, en el dirección de las mujeres a la justicia en materia electoral, gracias a un sinfín de reformas constitucionales y cambios a leyes secundarias que hoy garantizan la justicia con perspectiva e igualdad de género, además de que se han eliminado diversas leyes y varias normas jurídicas discriminatorias en contra del sexo femenino.
Es necesario también entender que esta lucha no es contra de los hombres, por el contrario, desde el Senado de la República trabajamos en el objetivo de impulsar, con el consenso de todas las fracciones parlamentarias, diversas reformas que buscan acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres.
Cuando en los pasillos del Senado o en las reuniones del grupo parlamentario de Morena he podido reflexionar sobre el tema con mi compañero Ricardo Monreal, he observado con satisfacción que entre ambos tenemos muchas coincidencias en la necesidad de legislar en favor de los derechos de las mujeres, así como impulsar cambios para poner a la mujer a la altura de las actuales circunstancias que vive el país.
En la Cuarta Transformación de país a la que nos ha llamado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, las mujeres estamos jugando un papel preponderante en distintos campos; en el ámbito laboral, en lo profesional, en lo social y, no cabe duda, en lo político también.
Las luchas históricas que las mujeres hemos alcanzado son muchas, sin embargo, aún falta mucho por vencer y por hacer. Estoy segura de que juntas, con la participación de los hombres, como lo hace Ricardo Monreal, vamos a eliminar todas las barreras que aún tenemos enfrente.