/ jueves 31 de octubre de 2024

Días de soltar / A mis ministros, justicia y gracia; a los otros, ni la ley

La reforma judicial va a pasar a la historia como uno de los momentos más críticos en la historia moderna de México. Para bien o para mal, el tiempo dirá, pero sin duda ha sido un tema controversial. Desde mi opinión, es una atrocidad.

Morena está destruyendo décadas de trabajo en favor del Estado de Derecho, la democracia, la división de poderes y la justicia en México con un plumazo autoritario mal justificado. De fondo, su reforma judicial no tiene sustento ideológico o moral o siquiera legal. Es una escusa disfrazada de acto patriótico para tener un mayor control en el país. Se aprovechan de la legitimidad que les da el voto popular para destruir las balanzas y contrapesos al poder. Los Ministro de la SCJN, al menos los 7 que llegaron a ese lugar por merito profesional (uno más de ellos no tiene que renunciar porque su cargo termina este año), decidieron presentar su renuncia antes que someterse al proceso de designación del próximo año.

En particular, hay una carta de renuncia que ha estado circulando en redes esta semana, la del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, la cual da una cachetada con guante blanco a los que están a favor de la reforma, aquí dejo una parte, para que juzguen ustedes:

“No me considero un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular… la función no consiste en validar la voluntad de las mayorías, sino en resguardar derechos.”

Como si no fuera suficiente con lo hecho hasta el momento, en un acto demuestra como son malos ganadores, los lideres de Morena: Sheinbaum, Fernández Noroña y Monreal, salieron a criticar a los Ministros por renunciar, argumentando que en realidad lo que no quieren es participar en la elección por miedo a perder y prefieren irse ahorita con sus haberes por retiro, lo que los tres lideres mencionados dicen es poco decente y no se los van a permitir.

Al respecto solo quiero evidenciar la doble cara de la 4T: Por un lado critican a estos Ministros por el derecho a la pensión por el retiro que les corresponde, pero por el otro lado no critican a los también exministros Zaldívar Y Sánchez Cordero (hoy morenistas bien acomodados) que llevan varios años viviendo con esa pensión. Ellos no tienen ni por azomo la intención de renunciar a su dinerito. ¿Por qué para ellos si esta bien y para los otros no?

Pero aún más grave es el hecho de que los Ministros tienen el derecho a esa pensión de acuerdo con la Ley. El quitárselos sería otra violación a nuestro sistema de derecho, que solo les incomodan cuando favorecen a sus contrarios, como lo prueba el párrafo anterior. Esa es la imagen más clara de lo que significa la reforma judicial, como aquel el viejo adagio digno de una película de Luis estrada. “A mis amigos, justicia y gracias; a mis enemigos, la Ley a secas.” Con la salvedad que en tiempos de MORENA ya ni la Ley a secas se salva.

Lo dije al principio de este artículo, el tiempo dirá si la reforma fue buena o mala, pero en lo que el tiempo tiene la oportunidad de hacer el juicio de valor, nosotros podemos ver con facilidad como en México se erosionan las oportunidades para cualquiera que no sea de la burbuja del poder.

La reforma judicial va a pasar a la historia como uno de los momentos más críticos en la historia moderna de México. Para bien o para mal, el tiempo dirá, pero sin duda ha sido un tema controversial. Desde mi opinión, es una atrocidad.

Morena está destruyendo décadas de trabajo en favor del Estado de Derecho, la democracia, la división de poderes y la justicia en México con un plumazo autoritario mal justificado. De fondo, su reforma judicial no tiene sustento ideológico o moral o siquiera legal. Es una escusa disfrazada de acto patriótico para tener un mayor control en el país. Se aprovechan de la legitimidad que les da el voto popular para destruir las balanzas y contrapesos al poder. Los Ministro de la SCJN, al menos los 7 que llegaron a ese lugar por merito profesional (uno más de ellos no tiene que renunciar porque su cargo termina este año), decidieron presentar su renuncia antes que someterse al proceso de designación del próximo año.

En particular, hay una carta de renuncia que ha estado circulando en redes esta semana, la del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, la cual da una cachetada con guante blanco a los que están a favor de la reforma, aquí dejo una parte, para que juzguen ustedes:

“No me considero un candidato adecuado para un cargo que dependa del apoyo popular… la función no consiste en validar la voluntad de las mayorías, sino en resguardar derechos.”

Como si no fuera suficiente con lo hecho hasta el momento, en un acto demuestra como son malos ganadores, los lideres de Morena: Sheinbaum, Fernández Noroña y Monreal, salieron a criticar a los Ministros por renunciar, argumentando que en realidad lo que no quieren es participar en la elección por miedo a perder y prefieren irse ahorita con sus haberes por retiro, lo que los tres lideres mencionados dicen es poco decente y no se los van a permitir.

Al respecto solo quiero evidenciar la doble cara de la 4T: Por un lado critican a estos Ministros por el derecho a la pensión por el retiro que les corresponde, pero por el otro lado no critican a los también exministros Zaldívar Y Sánchez Cordero (hoy morenistas bien acomodados) que llevan varios años viviendo con esa pensión. Ellos no tienen ni por azomo la intención de renunciar a su dinerito. ¿Por qué para ellos si esta bien y para los otros no?

Pero aún más grave es el hecho de que los Ministros tienen el derecho a esa pensión de acuerdo con la Ley. El quitárselos sería otra violación a nuestro sistema de derecho, que solo les incomodan cuando favorecen a sus contrarios, como lo prueba el párrafo anterior. Esa es la imagen más clara de lo que significa la reforma judicial, como aquel el viejo adagio digno de una película de Luis estrada. “A mis amigos, justicia y gracias; a mis enemigos, la Ley a secas.” Con la salvedad que en tiempos de MORENA ya ni la Ley a secas se salva.

Lo dije al principio de este artículo, el tiempo dirá si la reforma fue buena o mala, pero en lo que el tiempo tiene la oportunidad de hacer el juicio de valor, nosotros podemos ver con facilidad como en México se erosionan las oportunidades para cualquiera que no sea de la burbuja del poder.