El caso Coahuila, debe de llevar a la reflexión política a Morena y a sus aliados. La división que se ha generado entre los partidos políticos no sólo pone en riesgo el proyecto de la nación, sino que además permite la continuidad del PRI en estados importantes.
Los partidos que históricamente han sido aliados de Morena deben mantener los acuerdos de coalición. La unidad de los aliados debe continuar, más allá de los hombres y mujeres o de cualquier otro interés personal.
La encuesta, es el método y procesos de selección de las candidaturas. En ellas, participan morenistas y aspirantes aliados. La designación de Armando Guadiana como candidato de Morena, se generó a través de este método democrático y no por medio de imposiciones como algunos alegan.
Es preocupante, en los acuerdos de coalición, que quienes no resultaron elegidos, privilegien sus propios intereses y, lamentablemente, le dan la espalda al pueblo al generar rompimientos y confrontaciones.
El objetivo común de Morena, el PT y del PVEM en Coahuila, es derrocar a quienes han causado daños sociales irreversibles a la población. Por esa razón es un desacierto que en estos momentos no logren llegar a acuerdos que permitan la unidad.
El objetivo de sacar al PRI de Coahuila podría verse afectado por el divisionismo y por los intereses mezquinos que se han antepuesto al objetivo común. Pareciera que en el fondo no se quiere sepultar a ese partido que tanto daño le causo al país.
Al final, los intereses personales se quedarán solos y en la historia de las traiciones. En Coahuila, la unidad en favor de Armando Guadiana es necesaria para vencer al PRI. De lo contrario la fragilidad de los aliados históricos se hará evidente, frente al 2024.
Senadora Lucía Meza Guzmán
Redes Sociales: @LuciaMezaGzm
